Colaboraciones

El mundo entra por los ojos y por el estómago

Por: @eldiariodebeto

¡¡Uno, por favor!!  Es la manera en la que una comida comienza, y de ahí en adelante todo son olores y sabores, estimulaciones para los sentidos.

Satisfacer los sentidos nunca es tan fácil como cuando uno se sienta en un lugar a comer, a deleitarse con las comidas locales, a vivir y conocer las culturas desde el paladar y a conocer a quienes se encargan de transmitir de generación en generación los sabores de sus ancestros. Soy uno de los que siempre busco la comida local, la comida preparada por los nativos de los diferentes lugares que visito y que terminan siendo únicos, por más que traten de emularlos en otras latitudes, nunca serán los mismos.

Por esta razón les contaré un poco de esos sabores que me enamoraron al primer bocado en mi vuelta al mundo y a hacerle honor a una cuenta hermana que tanto se disfrutan tod@s por aquí, @Gordosxelmundo. Ojo ya después discutiremos por instagram cuales sí o cuales no les gustan a ustedes.

De Tailandia, Vietnam, Filipinas y todo el Sudeste Asiático aprendí una cosa, que la diversidad de los sabores es directamente proporcional a la alegría de su gente. En cada esquina, en cada playa, en cada mercado puedes encontrar delicias que querrás repetir una y mil veces, con ingredientes que van desde las carnes, los mariscos e incluso los insectos; hay de todo y para todos, como el tradicional Pad Thai que es una pasta de arroz con salsas, carnes y/o mariscos, o la tradicional sopa Tom Yum Goon que sabe a gloria siendo una combinación mariscos, leche de coco y hierbas cuyo sabor se queda en el paladar y que no quieres que se vaya nunca.

Una cosa que sí o sí tienen que probar (Y yo lo hice casi todos los días durante el tiempo que estuve en Koh Pang Gang) es el Massaman Curry, cuya salsa es a base de, como su nombre lo indica, Curry, pero en este caso el protagonista es el Maní o Cacahuate, toda una delicia con pollo o cerdo y acompañado de mucho arroz. Lo encuentran en cada esquina o mercado del país.

Para los vegetarianos en esta región hay muchísimas opciones, pero unas de las que más disfruté fueron los Rollos Primavera con salsa dulce, o a los que les gusta el picante, la Som Tum, ensalada super picante de papaya verde y frutas aderezadas con chile, limón y sal, que a pesar de que te pone a saltar del picor no deja de sorprender por su delicioso sabor.

En una ocasión el célebre Chef Anthony Bourdain (QEPD) en una de las visitas a Vietnam probó los Bánh Mi, que son bocadillos de pan, verduras y carnes con diferentes preparaciones, reseñó un pequeño puesto callejero en Hoi An, de los que siempre frecuentaba y ahora es toda una odisea llena de filas para comer uno de estos bocadillos, que recomiendo con los ojos cerrados y que además tiene una variedad casi infinita de sabores.

Y cómo dejar atrás una de las sopas más famosas del mundo, el Pho, tradicional en todo el territorio vietnamita, que sentado en un pequeño banquito, una mesa baja y una cerveza se puede disfrutar en todos los mercados de este maravilloso país.

Como para todos los gustos hay en el mundo, para los amantes del cerdo Filipinas es un paraíso, en este país lo preparan de todas las maneras posibles, pero la que más me enamoró fue el Sisig. Solo imaginen la piel crocante en finos pedazos, mezclada con limón, sal, chile, y salsa rosada, toda una delicia que se puede comer al desayuno, almuerzo o cena, mejor dicho, a cualquier hora del día.

Como la comida se puede disfrutar a cualquier hora y lugar, ahora demos un salto al otro lado del mundo, viajemos hasta México, una de las mejores y más icónicas comidas en el mundo, ojo y en esta no me detendré mucho porque aunque soy Colombiano me siento jugando de local, así que para los que no conocen mucho aquí les dejo mis listado favorito y les queda de tarea buscarlos, antojarse y luego llamar a Alan para que los lleve a probar todos y cada uno de ellos para que se enamoren como lo hice yo.

Los tacos en todas sus variedades, esquites, chilaquiles, el mole, las tlayudas, los totopos, todas las sopas, los tamales, enchiladas, pozole, quesadillas, (Por Dios que hambre me dio escribir todo esto) acompañados de una michelada o un agua fresca de Tamarindo y de postre ¿por qué no?, unas marquesitas con mucha cajeta.

¿Díganme si no se les antoja?

Y si de variedad se trata, bueno, España y toda la comida mediterránea no se queda atrás, con sus paellas, chipirones, arroces de montaña, chuletones, pulpo a la gallega, jamón serrano, fabada Asturiana, cocido madrileño, en fin un sin número de manjares que contrario a los platos que les he mencionado anteriormente, estos no se pueden comer en puestos callejeros  sino que deben ser en establecimientos cerrados o terrazas y que contrario a lo que se pensaría que le quita gracia a lo tradicional o folclórico, los lugares le dan ese toque de identidad y de cultura que los mediterráneos le pueden imprimir a todo lo que hacen.

Desde comer en bares, en los barrios viejos o en una de las tantas playas, cada región del país ibérico tiene algo que ofrecer, sea algo completamente nuevo o una deliciosa variación de algo que consigues en todos lados.

Una cosa que sí les quiero recomendar y es algo que es parte de la gastronomía de ciertas regiones son las tapas, que son pequeños bocados que se sirven cuando pides una bebida, sea vino, cerveza, cidra o incluso con el agua. Con una tarde de plan de tapas puedes darle la vuelta al país en pequeños bocados, no se pierdan este plan en ciudades como Granada, Logroño, Bilbao o Sevilla.

Quiero seguir contándoles de muchos lugares y comidas del mundo, pero nos tardaríamos días y días escribiendo y leyendo porque se me pasan cantidades de delicias por la mente como Perú, un país al que quiero volver y probarlo de punta a punta, esos ceviches, los fritos, arroces, las causas, uy que ganas, ¿quién invita y hacemos tour gastronómico? Sin dejar atrás Argentina y sus asados, que déjenme decirles que son definitivamente de los mejores que he probado, o de Italia con su pasta, su melanzane a la parmigiana… Total, hay tantos sabores como lugares en el mundo aún por probar.

No me olvido de Colombia, pero este lo dejaremos para luego y hacemos un especial de solo este país en donde todo es tan del realismo mágico que hasta la limonada la puedes conseguir de coco, de mango o café. Donde en un solo plato te ponemos para uno, lo que se pueden comer 4. Así somos aquí, entonces lo hablaremos luego con más tiempo y con más hambre.

Todo esto se los cuento no solo para que conozcan mis gustos, sino para animarlos a que salgan y prueben el mundo, las posibilidades son infinitas y la vida muy corta para seguir contando las calorías que te comes día a día. 

Lo único que me gusta más que hablar de comida es comer. (John Walters)

ColombianNomads

Somos una pareja de amigos, ex-esposos, amantes de la vida y de los viajes, disfrutamos el exterior tanto como nos gusta crecer en el interior. Procuramos un estilo de vida minimalista pero moderno y práctico. Amamos la naturaleza, la aventura, el deporte y la buena mesa.

Nos fuimos a darle la vuelta al mundo durante dos años, lo logramos trabajando como nómadas digitales y haciendo voluntariados en el camino. La ganancia, muchos amigos, lecciones y un cambio profundo en la manera de entender las cosas.