Colaboraciones

Viaja en familia sin irte a la quiebra

Por: Grace Navarro

Nosotros somos cuatro, y siempre que viajamos juntos las cuentas vuelan por los cielos, todo multiplicado cuatro veces, nomas de pensar en los boletos de avión ya estoy llorando, de verás si es para llorar (inserte emoji de llanto).

1. La planeación lo es todo

Tienes que planear de acuerdo a tu ingreso, calcula cuánto puedes gastar al mes y ve comprando poco a poco lo necesario para tus vacaciones. Yo soy de las que se llena de meses sin intereses (gran error), por eso mejor opto por ir pagando el viaje poco a poco, un mes compro los boletos de avión, otro mes reservo el coche, otro el hospedaje y así voy organizando mis gastos sin tener que pagar todo junto.

2. Viaja en temporada baja

Siempre hay mejores precios en las fechas que no son tan concurridas por los turistas. Como familia pónganse de acuerdo para poder escaparse del trabajo o de la escuela, esta es una gran opción para ahorrar.

3. Vuelos en oferta

Busca vuelos económicos, aprovecha las ofertas de las aerolíneas, casi todas tienen una fecha en que bajan todos sus precios. Por ejemplo la Venta Azul de Aeromexico o el Hot Sale de Volaris, hay buenas promociones y más si buscan los vuelos sin fecha exacta y dejan que el buscador les muestre los días más baratos para viajar.

Escoge pasajes que solo incluyen equipaje de mano, son mucho más económicos. Pero ten en cuenta que tal vez tendrás que lavar ropa en el viaje o buscar la manera de llevar los cambios exactos en una de esas mini maletas. También puedes llevar ropa en tu bolsa de mano o una mochila pequeña.

Recuerda que los boletos de avión para los menores de dos años son gratis, pero debes llevarlos cargando en tu lugar, yo digo que si aguantas te ahorres el boleto del bebé.

4. Deja el hospedaje de lujo a un lado

Nosotros si nos animamos a meternos los cuatro en una habitación, pero sobre todo no tenemos miedo de reservar en HOSTALES, si, así es, sí permiten pequeños, nosotros nos aventuramos a la experiencia, aparte es de gran aprendizaje para ellos, porque viven el viaje de distinta forma, con una perspectiva más terrenal y también divertida. Nos hemos llevado sorpresas gratas y muchas risas.

5. Ahorra en comidas

Cuando viajamos somos de los que solo hacen dos comidas al día, ¡ya sé! suena a que nos da codo, y ¡sí! Pero saca la cuenta, si te vas 15 días de viaje, ya te ahorraste 15 comidas que son como 1200 pesos (de los cuatro) por lo menos, súmale, suena bien el ahorro ¿no?,  y los hijos no se van a morir por no comer tres veces al día en un viaje de 15 días. Súper tip: evita caer en los restaurantes turísticos, húyele a todo lo que huela a tourist trap, es hiper caro.

Si puedes busca hospedaje donde puedas cocinar, también aplicamos la de cocinar en el Airbnb o Aparthotel. Hacemos mini súper, cocinamos nosotros y salimos desayunados, y la segunda comida es en un lugar que ellos elijan (ahorras más si es algo muy local y típico del destino).

Carga con snacks todo el tiempo, compra en el súper granolas, galletas o cositas así para las emergencias, de esta manera, si los hijos se ponen intensos con que tienen hambre, ¡PUM! Sacas tu guardadito y los tranquilizas.

6. Visita lugares donde la entrada sea gratis

Por ejemplo, conoces mucho caminando por la ciudad, un día recorres las calles de tu destino, el centro y parques importantes. Visita los museos en los días que no se cobra la entrada (todos los museos tienen esta opción). Haz hiking o convive con la naturaleza (es gratis). Te juro que siempre hay actividades donde no tienes que invertirle mucho o tal vez muy poco, pero si tienes que investigar antes de lanzarte al destino, estudiale para que sepas todo del lugar que visitas.

Esto es lo que nosotros hacemos, no quiere decir que a todo mundo le funciona, yo porque soy muy clavada, me gusta viajar, me gusta ahorrar y me gusta andar con ellos. Los lujos no siempre te dan experiencias de vida, la familia sí. 

Y si tienen dudas me escriben y les paso más tips. Bonitas vacaciones. 

 

Grace Navarro

Fotografa, viajera y mamá muegano.
Nací en Mexicali, donde el sol te quema la piel y la gente te abraza con su calor humano. Un impulso me trajo a la CDMX y muchos otros me han mantenido en esta ciudad. Si me preguntas dónde he trabajado te diré que en periódicos, revistas y editoriales, que me han pagado por tomar fotos, que he viajado y conocido lugares increíbles, y que he conocido a gente excepcional. La verdad es que la fotografía cambió mi vida y eso es lo que soy, simplemente una fotógrafa.