Tú x el Mundo

México en la piel

Por: Diana Fernanda Osalde Villanueva

Hace poco más de un año que se sumó una mexicana a la lista de extranjeros en el país de Francia.

Una mexicana con muchos sueños por cumplir y con unas ganas inmensas de poner en alto el nombre de México en todo el camino que falta por recorrer.

Si hace unos años me hubieran dicho que, en mi destino estaba mudarme a París, jamás me lo hubiera creído. Nunca fue mi sueño estar aquí, al contrario, yo soñaba con vivir, trabajar y ser exitosa en mi país.

Pero bueno, las cosas buenas siempre pasan cuando menos te lo esperas, ¿no crees?

Nací en la Ciudad de México en el ´95, siendo hija de un militar, me la pasé muchos años de ciudad en ciudad, por esa razón, lo que menos quería era mudarme continuamente cuando fuera grande.

Y aquí estoy, a 9190km de mi hogar, considero que vivir en el extranjero, cambia tu visión y perspectiva del mundo. Ojalá todos tuviéramos la oportunidad de vivirlo, aunque sea una vez en la vida.

París ha sido una ciudad maravillosa, no muy romántica cómo todos piensan. Los franceses no son tan efusivos ni expresivos como nosotros. Saludar de dos besos, uno en cada mejilla, pero ni te atrevas a dar un abrazo efusivo para saludar, eso ha sido una “tic” que me ha costado eliminar de mis costumbres, mi cosa favorita es desayunar croissant todos los días, el metro es uno de los mejores del mundo, a pesar de no ser tan bonito como en las películas. Y claro, lo más icónico de la ciudad: LA TORRE EIFFEL

Pero adaptarnos a otro lugar muy diferente de dónde nacimos tampoco es color de rosa, no es cosa fácil, y quién así lo diga, la verdad, estaría mintiendo.

Hay un dicho muy común que dice “a dónde fueras, haz lo que vieres” y tiene razón, debemos respetar el lugar al que estamos llegando. Respetar la nueva cultura que nos va a abrigar por el tiempo que estemos aquí, a su gente, y darle la oportunidad de que sea parte de nosotros.

Atreverme a experimentar con una comida muy diferente ha sido mi mayor reto, acostumbrarme a tener una divisa diferente en la cartera, una lada más larga, entablar una plática fluida. Atreverme a hacer nuevos amigos y lo más importante, encontrar en mi nueva vida, el significado de un nuevo hogar.

Ahora, estando lejos valoro las cosas que en México me parecían insignificantes, viviendo en la ciudad de Mérida Yucatán, ese calor infernal de mi ciudad de más de 40 grados, ahora estoy en -5 grados y en época de calor un máximo de 27/32 grados. Las garnachas de mi CDMX, pero sobre todo lo que más valoras en días de melancolía es a la familia y amigos que me apoyaron desde el día uno en esta gran aventura.

Han sido unos meses muy difíciles de adaptación, de llorar cuando siento que la gente no me entiende al hablar, de ver la hora y saber que en México son 7 horas menos y no puedo llamarle a mi mamá porque está dormida, de tener miedo al sentirme sola. Pero a pesar de todo ello, no me arrepiento.

Estoy feliz, realmente, muy feliz, sé que voy a esforzarme para llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024 y ser la primera mexicana en el periodismo deportivo francés.

Porque Francia me ha acogido, esa leyenda urbana de que “los franceses no se bañan” y “los franceses son parcos”, hasta el momento no he corroborado que sea verdad, pues todos han sido muy amables, claro son más serios, rectos y directos y nosotros estamos acostumbrados a ser más despapaye y salirnos con la nuestra casi siempre sin seguir las reglas, pero me ha tocado conocer a gente que SÍ SE BAÑA y lo mejor, que me han ayudado sin pensarlo dos veces a pesar de la barrera del idioma, que me ha orientado cuándo me han visto perdida, que me han regalado dinero cuándo me he quedado sin un euro. Me han invitado a comer y a conocer otras ciudades, desde el día uno me sentí muy bien recibida por gente que no conocía.

Así que, si vienes con la mejor actitud, ¡vas a recibir muy buenas actitudes! No hay que temerle al cambio, eso nos hará evolucionar y siempre es bueno atreverse.

Quiero que los franceses sepan cómo somos los mexicanos, y claro sé que no soy la única mexicana en este país. Pero hay gente que sólo conoce de México lo que leen y ven en las noticias; violencia, narco, temblores, y Cancún. Somos mucho más que Cancún y que el narco, somos amables, generosos, alegres, divertidos y leales. Quiero dejar a mi país siempre en lo más alto que pueda, pues a pesar de que actualmente no vivo en México, México siempre vive en mí.

Deseo que conozcan a México a través de mí, cómo lo hizo Isaac Hernandéz, primer mexicano en ser reconocido por la Asociación Internacional de la danza de Moscú cómo mejor bailarín del mundo. Cómo lo hizo Carlos Rivera, alcanzando un éxito impresionante en España, antes que en su propio país. Cómo Jorge Ramos, Periodista y Escritor ejerciendo gran parte de su carrera en Estados Unidos. Alfonso Cuarón, Alejandro Gónzalez Iñárritu, Emmanuel Lubezki, Salma Hayek, Blanca Marroquín. Y así podría seguir con una lista de mexicanos que han sido exitosos fuera de México.

Al inicio, cuando se me presentó la idea de venir a Francia mi pregunta detonante era ¿Realmente debo dejar mi país para tener mejores oportunidades? Y claro, no quiero decir que en México no puedo tener oportunidades, pero no considero que sean las oportunidades que los niños, jóvenes y adultos mexicanos emprendedores nos merezcamos. Pero ese es el detalle por lo que muchos mexicanos deciden irse, si no es por el “sueño americano” en Estados Unidos, es en cualquier otro país, que nos ofrezca más oportunidades de superación.

Es lo único que deseamos, OPORTUNIDADES, y que, si tuviéramos en México, sin duda sería el mejor país del mundo.

En Francia, desde el primer mes que llegué me ofrecieron los mismos derechos y obligaciones que un francés.

Seguro social de primera calidad

Seguridad

Misma oportunidad de estudios

Un salario mínimo mensual de 1300 euros que equivale a $27,742.65 pesos MXN por 35 horas de trabajo semanales.

Ayudas sociales

Medicinas gratuitas

Idioma

Diversidad cultural

Esas son las más importantes para mí que lamentablemente mi país hoy no me puede ofrecer. Me duele dejar mi país, pero no me arrepiento. No soy menos mexicana por estar fuera y querer buscar oportunidades en otro lado. Todos merecemos las mejores oportunidades de superación que podamos encontrar. Y si la tienes a tu alcance, ¡tómala!

Mi misión aquí, además de cumplir mis sueños, es abrir un camino para que más mexicanos sepan qué camino seguir si un día desean venir, que sepan que no es tan complicado si lo saben hacer correctamente.

Opciones para vivir aquí legalmente:

Si eres estudiante y te gustaría vivir en el extranjero (en este caso en Francia), existen muchas becas que te dan esa oportunidad. Acércate al Campus France más cercano y busca asesoría.

Jóvenes (hombre o mujer) de 18 a 27 años, no tiene hijos, soltero(a), les gustan los niños y tienen un conocimiento básico del idioma francés existe una visa llamada “JEUNE AU PAIR” con la finalidad del intercambio cultural con una familia francesa que te apoyara en gastos mensuales, a cambio de 25 horas semanales cuidando y apoyando a las labores de los niños.

Visa de “VACANCES ET TRAVAIL” Vacaciones y trabajo para los jóvenes de 18 a 30 años, que les permite visitar Francia durante un año ofreciéndoles la posibilidad de trabajar allí para complementar sus recursos.

Hay distintas maneras de vivir esta experiencia, claro, ninguna es fácil, pero si lo quieres realmente y tienes mucha paciencia. ¡Muy pronto podríamos estar tomando un rico vino viendo la torre Eiffel y contando experiencias!

En Francia me siento responsable por los latinos, y por mi bandera que porto con orgullo a los lugares a dónde voy. Pero quiero que seamos más los mexicanos que salen de la frontera para buscar esas oportunidades que merecemos y sepan que sí están al alcance de cualquiera. Mi corazón ahora es francomexicano.

Gracias por leerme y abrazos de gol desde París, Francia.