Colaboraciones

Amazonas: paraíso gastronómico 

Cuando se nombra el Amazonas, siempre nuestra mente viaja a la selva, el río, los animales salvajes y seguramente hasta Tarzán pasa por nuestra cabeza. Pero pocas veces se piensa en este lugar como un destino gastronómico, sin saber la cantidad mágica de sabores que se pueden encontrar en este maravilloso territorio de 6.7 Millones de kilómetros cuadrados.

Este viaje por la gastronomía Amazónica comienza con un choque cultural inmenso, ya que a pesar de ser parte del territorio colombiano (el que visité) se combinan diferentes culturas que se mimetizan en sus calles y en su selva. 13 etnias amazónicas, colombianos, brasileros y peruanos se merodean por las calles de Leticia como si de un territorio mancomunado se tratase y mezclan no solo sus características físicas sino también su idioma, su vestimenta y por supuesto su gastronomía.

Si les dijera mojojoy, Camu camu, Macambo, Mambe, Copoazu, Araça, patarasca, pomaroso o Copoazu ¿qué es lo primero que se les viene a la cabeza? A mí literalmente como si de un idioma se tratase comenzaría a buscar su traducción al español, pero diferente a todo esto, se trata de comidas típicas, frutas o preparaciones que se pueden disfrutar en estas no tan lejanas tierras.

Juan y Betty, de Ecodestinos, nativos de la zona son mis guías en esta aventura gastronómica que sin ningún tipo de advertencia comienza con un Mojojoy. Un pequeño gusano de aspecto poco agradable que se cultiva en las palmas Canaguncho y se puede comer vivo o preparado de diferentes maneras, en mi caso me fui por un Mojojoy Asado a la parrilla con puré de papa que me comí con mucha desconfianza pero que después del primer mordisco esta se disipó y se convirtió en un goce al descubrir un sabor aceitoso, intenso pero bastante agradable y que como con todo en el Amazonas, este bichito también goza de bondades médicas que, según me cuentan, están comprobadas y con las cuales se tratan problemas respiratorios con resultados casi milagrosos.

Luego de esta pequeña entrada, el plato principal fue el Pirarucú preparado en Patarasca. El Pirarucú, un pez nativo del Amazonas cuya particularidad es que tiene pulmones en vez de agallas, además de un descomunal tamaño comparado con otros peces de la región y del mundo entero (puede llegar a medir hasta 3 mts y pesar hasta 200kgs), además es uno de los peces más deliciosos que he llegado a probar en la vida. Y Patarasca es la manera en la que es preparado, envuelto en hojas de Bijao (Hojas de Palma) picadillo de tomate, cebolla y especiado con hierbas nativas de la región. Definitivamente una de las joyas gastronómicas del viaje.

El siguiente paso fue darnos un paseo por el mercado central. Quienes me conocen saben que los mercados son mi obsesión, recorrerlos, fotografiarlos, hablar con su gente, que me cuenten eso que venden y por supuesto probarlos son parte de mis viajes y en algunas ocasiones son por qué visitar ese lugar al que voy. En este caso la cantidad, sobre todo de frutas nuevas que descubrí fue algo que definitivamente hizo que el viaje de 8 horas en avión con escala en Bogotá desde Medellín, valiera la pena.

El Macambo, Camu Camu, Arazá, Copoazú, Pomaroso, Lulo entre muchas otras frutas, cada una con sabores y aspectos diferentes los encuentras en los pequeños y abarrotados puestos del mercado, atendidos por campesinos o indígenas que viajan horas por el caudaloso río para llegar antes que salga el sol al mercado de Leticia que es donde se aglomeran los residentes y fuereños a comprar estas frutas para consumirlas en forma de jugos, helados, postres o diferentes preparaciones que permiten estas deliciosas frutas.

Lo mejor del Amazonas es que a tan solo un par de kilómetros del casco urbano de la ciudad se pueden visitar frondosos lugares donde se pueden ver todas estas frutas en sus propios árboles, arbustos o incluso hasta por el suelo, creciendo de forma natural y completamente libres de sustancias insanas para el cuerpo. Caminar por estos bosques en los que casi que se dan las frutas de manera natural y no siempre con cultivos controlados es algo que se debe hacer alguna vez en la vida, recorrer los senderos, y tomar frutos de los mismos árboles o recolectados por nativos que los llevan a sus Malokas (1), Como nos sucedió con Sonia, cuando nos dio la bienvenida en su lengua nativa a la Maloka Kapiu y nos ofreció diferentes platos, bebidas y acompañamientos provenientes de la yuca venenosa que se da en la región y que constituye la base alimenticia de los nativos. Comenzamos con el Casabe, una especie de tortilla hecha casi en segundos a base del almidón restante del proceso de preparación de la Caguana, una bebida espesa y tibia con de sabor neutro pero que combinan con diferentes frutas para darle sabores como la Piña que en mi caso me pareció deliciosa. Los procesos de preparación son muy largos y pueden durar incluso días pero que al prepararse en grandes cantidades por las mujeres de la comunidad les hace lógica ya que se realiza con varias semanas de separación.

Las hormigas, estos pequeños animalitos que abundan en la región también son un manjar, con preparaciones que van desde deliciosos helados que caen perfectos para el sofoco y la humedad hasta acompañamientos como el Tucupi que es la salsa que sale de horas de cocción del extracto de la yuca venenosa y que mezclado con Hormigas se torna un poco picante, perfecto para acompañar el casabe, el Pirarucú, el arroz chaufa o cualquier plato que pongan en la mesa.

En fin, este viaje da para horas y horas de lectura, pero como la idea de este blog es antojarlos de visitar el Amazonas y que disfruten de toda su variedad de sabores, los dejo con el mojojoy (gusanito) de la curiosidad y se animen a tomar ruta hacia este paraíso natural y gastronómico que nos ofrece la selva amazónica, para que se atrevan a probar nuevos sabores y llevarse un poco del pulmón del mundo en su corazón… y en su barriga.

“Viajar a lo desconocido es descubrir no solo nuevos lugares, sino también partes desconocidas de ti mismo.”

 

  1. Construcciones de gran formato con estructuras en madera y techos de paja en donde conviven una o más familias de la misma etnia, en algunos casos son comunitarias y conviven o se reúnen diferentes etnias de la región)

 

ColombianNomads

Somos una pareja de amigos, ex-esposos, amantes de la vida y de los viajes, disfrutamos el exterior tanto como nos gusta crecer en el interior. Procuramos un estilo de vida minimalista pero moderno y práctico. Amamos la naturaleza, la aventura, el deporte y la buena mesa.

Nos fuimos a darle la vuelta al mundo durante dos años, lo logramos trabajando como nómadas digitales y haciendo voluntariados en el camino. La ganancia, muchos amigos, lecciones y un cambio profundo en la manera de entender las cosas.