Colaboraciones

Un nuevo comienzo en Miami

Hace poco más de un mes, les escribía desde esa pequeña isla que me ha dado la bienvenida a una vida sin mi madre y todo el universo que eso representa.

Vivir un duelo y seguir caminando.

Hoy les escribo desde Miami porque agosto ha sido un mes muy profundo y valiente, a mí me ha acompañado hacia otros nuevos caminos y me ha dicho – es el momento- en muchos procesos.

Y siempre será una buena idea soltarte de todo y estar expuesta hacia el abismo. Recordar que no tienes el control de nada. Que eres parte de ese movimiento constante del universo y nunca olvidarlo.

Después de varios meses, quería que la isla se quedará sin mí y yo sin ella, para que otro comienzo se pusiera en nuestro camino, y decidí venir a Miami porque está a 4 horas de esa pequeña isla. Mi primer viaje con Paco después de casi 2 años.

¡Todo suena emocionante y valiente!

No soy muy buena viajando por las ciudades, considero que me pierdo más que en las montañas. Pocas veces conecto y muchas veces siento miedo. Las ciudades me muestran esa parte de la humanidad de la cual siempre intento alejarme.

Mientras viajaba por Miami estos últimos 4 días, me preguntaba que sería bueno escribir de Miami para ustedes. Porque considero que “todo el mundo” ya ha hablado de ella. Porque estamos tan acostumbrados a leer y oír cosas buenas de los viajes, como si todo el mundo la pasara bien y fuera feliz.

Miami no fue un buen lugar para viajar, pero tenía que conocerlo. La mayor parte del tiempo me sentí ajena a esa parte del mundo.

Me sigue pareciendo terrible esa inaccesibilidad para poder moverte y conocer por tu cuenta, sin la necesidad de subirte a un Uber y no ser parte de nada.

Pues Miami es así. Te obliga totalmente a tener que rentar un auto o usar la plataforma de Uber.

Caminar es algo arriesgado y agotador, la temperatura de Miami es poderosa y las distancias son enormes.

Para Paco y para mí, caminar es nuestra forma esencial de viajar. Y esta vez, no lo logramos con éxito. Paco estaba muy cansado por las temperaturas. Fue inevitable hacer varias paradas para hidratarlo y teníamos que evitar las horas con más temperatura.

A pesar de que es una ciudad Petfriendly, no es una ciudad que recomiende para viajar con mascota.

Las playas de South Beach y Miami Beach, NO permiten mascotas. Tampoco permiten alcohol pero en eso sí nadie se fija. (Bastante contradictorio) ¿verdad?.

Nuestra parte favorita fue pasear por BRICKELL CITY CENTER, la parte más Petfriendly de Miami.

Puedes disfrutar de paseos hermosos por las calles del centro de Miami, zonas verdes que te permiten descansar con tu mejor amigo y de parques repletos de perritos hermosos para que tu mejor amigo pueda divertirse.

Además de la enorme variedad de restaurantes y cafeterías que ese espacio te ofrece.

Miami River, fue ese lugar especial en donde el viaje tomó el sentido y el aprendizaje que esperábamos.

Sin duda alguna, te recomiendo mucho caminar por Miami River con tu mejor amigo. Fue la parte más emocionante del viaje. Mi momento de vida y esa sensibilidad que tuve durante todo el viaje, me abrazaron en ese pequeño lugar del mundo.

Y Paco tomó una pequeña siesta después de haber caminado por BRICKELL CITY CENTER, (ambos están a una corta distancia) cruzando un puente puedes llegar a Miami River.

El hospedaje lo busqué en AIRBNB, me cobraron (pet fee) 10 dólares por día. Les recomiendo hospedarse cerca del Brickell Center. Para que los traslados sean muy cortos con sus mascotas.

Usé la plataforma de Uber para moverme, no tuve ningún problema con ellos por tener mascota, todos fueron bastante accesibles conmigo.

(Al usar Uber tienes que seleccionar que tienes un perro, ya que no todos los Uber son Petfriendly) Los traslados son alrededor de 13 a 17 dólares. Yo gaste un promedio de 150 dólares en Uber por 4 días en Miami.

Una recomendación muy importante es no salir en las horas calientes, y mantener hidratado a tu mascota. (Yo meto a Paco en las regaderas que están afuera de las playas para mantenerlo fresco).

Para mí, Miami es una ciudad que ha sido callada. A la que le han puesto distintas máscaras para ser lo que el turismo internacional desea.

Como dice Bell Hooks en su libro “todo sobre el amor”: La sociedad de consumo fomenta este clima y la publicidad es una de las herramientas culturales que más ha favorecido el auge de la mentira. La falta de amor es buena para el consumismo”

No volvería a Miami, pero en este proceso de duelo que vivo, me he enseñado a agradecer. Y agradezco a esa ciudad por recordarme los caminos que NO quiero en mi vida.

Después de 4 días en Miami, termino de escribirte de nuevo desde esta pequeña isla, y hoy también agradezco a Miami por hacerme valorar mi hogar, mi pequeña isla, que ya siento mía porque de nuevo me ha dado la bienvenida.

“Más difícil que escribir esos relatos es reencontrar a quien atravesó los sucesos que se narran. Yo no soy la que escribió las libretas. Perdidas o guardadas, son tan remotas como la mujer que hizo esos viajes. Y, sin embargo, pese a todo, insistimos en escribir esos relatos.” Beatriz Sarlo.

Siempre con mucho amor, KARLA Y PACO.

Karla y Paco

Soy Karla, la mamá de Paco (un pequeño chihuahua). Nací y crecí en Aguascalientes, México. Comunicóloga de profesión.

Escribo diarios desde muy pequeña, me gusta ayudar a mi memoria a no olvidar, siempre he pensado que recordar es importante aunque vivir el momento es esencial.

Llevo 8 años viajando con mi perrito Paco.

Estudié en España y México y he trabajado en distintos lugares del mundo.

Me gusta la escritura y todos los días intento practicarla. Amo esa sensación de vivir la vida para contarla y leerla para volver a vivirla.

Ahora escribo mi primer libro de viajes con Paco y uno de mis deseos más grandes en la vida es no perder nunca esa sensación de ir hacia nuevos caminos, directo a lo desconocido, sentirme vulnerable y sentirme viva.