Este año tuve la oportunidad de ir a Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Me fui sin muchas expectativas y con poca idea de qué encontraría por allá ¿Qué sucedió? Regresé enamorado de uno de los lugares más espectaculares que he conocido en mi vida.
Mi capítulo subsahariano tuvo una breve precuela de 5 días en París para correr el maratón de la ciudad. Por fortuna tenía muchos puntos acumulados, así que los intercambié por mi vuelo de la Ciudad de México a la capital francesa. Y fue así que todo adolorido de mis piernas, volé hasta la región más al sur del continente africano.
A continuación les dejo mis 5 lugares o actividades favoritas durante mi estancia en Ciudad del Cabo (dentro de la ciudad o en sus alrededores):
1. Los pingüinos de Boulders Beach
A Ciudad del Cabo le sobran playas, pero esta tiene algo muy especial: tiene una colonia de pingüinos africanos abierta al público. El costo de la entrada es muy accesible y el recorrido es sobre rampas de madera desde donde pueden observar estas particulares aves en su hábitat natural tambaleándose -casi bailando- al caminar, o deslizándose con sus barrigas sobre la arena -como toboganes- hacia el mar.
2. Los surfistas de Muizenberg Beach
Para principiantes esta playa es perfecta para aprender el arte de la tabla sobre las olas; aquí podrán encontrar varias escuelas de surf. El agua es muy fría, pero nada que un buen “traje de foca” no pueda arreglar. El nivel del agua es bajo, así que mientras aprendes pueden tocar el piso y eso les da muchísima seguridad. Después del ejercicio, pueden comer Fish & Chips ahí mismo, o dirigirse al pintoresco pueblo pesquero de Kalk Bay, a pocos minutos de ahí en auto.
3. Los miradores de Table Mountain
La “Montaña de la Mesa” es desde hace unos años, oficialmente, una de las las 7 maravillas naturales del mundo. Con el teleférico llegan a la cima en pocos minutos y una vez arriba pueden apreciar la ciudad en todo su esplendor desde varias perspectivas. Recomiendo muchísimo ir al atardecer, podrán observar que el océano se confunde con las nubes, como un mar sobre otro mar, y con la caída del sol, el cielo se torna rojo y poco a poco se degrada en naranjas y violetas.
4. Los viñedos de Stellenbosch
A tan solo 40km de Ciudad del Cabo, esta la región vinícola más famosa de Sudáfrica. Existen muchísimas casas de vino, tours y recorridos enológicos en la zona. Las uvas más icónicas son Cabernet Sauvignon y el Pinotage, que de hecho fue una cruza de cepas nacido aquí a principios del siglo XX. Los paisajes son hermosos, y la calidad del vino aún mejor. Yo visité la Spier Wine Farm, di un recorrido por los viñedos en un “segway” y llegué a probar un “Gables Sauvignon Blanc”, que en 2018 fue nombrado el mejor de su clase en el mundo.
5. Los mercados de comida de Cabo
Hubo tres que me parecieron excelentes para cualquier gordo por el mundo que visite la ciudad. El primero es el Eastern Food Bazaar -en el centro- donde pueden comer platillos con influencia medio-oriental, turca e India. El segundo es The Bay Harbour Market, excelente para un viernes por la noche con música en vivo, gran variedad de cervezas artesanales y deliciosa comida. Finalmente el Food Market de Cape Point Vineyards -se pone solo los jueves- ofrece lo mejor de la comida local e internacional en food trucks, exquisito vino y como atractivo adicional, regala atardeceres inolvidables.
Muchísimas cosas más…
Además de lo mencionado anteriormente hay muchísimos otros atractivos extraordinarios en Cape Town: sus carreteras marítimas, los bares de Long Street, Cabo de Buena Esperanza -el punto más al sudoeste de África-, el hike en Lion’s Head, el Jardín Botánico, etc. También existen proyectos de turismo con causa a través de Nomad Republic, pero esos se los compartiré en otro artículo y en mi canal de youtube: https://youtube.com/manumanuti
¡Buenos viajes bandita!