Cuando uno piensa en Ámsterdam, inmediatamente se le vienen a la mente diversas variedades de flores y es por eso que Bloemenmarkt (Mercado de las Flores) es uno de los puntos obligados para los viajeros que visitan la ciudad, sin embargo, la popularidad del sitio propició su desaparición.
De acuerdo con medios locales, tras el Día de la Madre en Holanda (el cual se celebra el 12 de mayo) Michael Saarloos trasladará su florería a una zona más tranquila alejada de turistas y donde pueda vender sus productos a clientes verdaderos.
“Los turistas se hacen selfies, se colocan entre las flores, a veces las pisan o cogen los ramos para hacerse fotos y hay carteles que prohíben hacer este tipo de cosas, pero nadie los mira”, indicó el comerciante.
El florista detalló que los problemas comenzaron hace unos 20 años cuando se permitió que en el Mercado de Flores se comercializaran otro tipo de productos, los cuales en la actualidad se componen principalmente de souvenirs de Países Bajos y bulbos de flores.
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La gran cantidad de turistas en Ámsterdam (la cual ahora contribuye a la desaparición de Bloemenmarkt, uno de los iconos de la ciudad) se ha convertido en un problema serio en la capital de Países Bajos, la cual ha llegado a restringir el paso en algunas zonas y prohibir tours guiados en el Barrio Rojo.