Por: Demian Aquino
Me gusta mucho viajar, me apasiona descubrir nuevas culturas, insfraestructuras únicas y paisajes maravillosos. Con la pandemia se hizo un poco complicado viajar a otros países y por esa razón decidí tomarme este año para descubrir más mi provincia.
Vivo en Québec, Canadá. Como en todos los países, hay muchos lugares bonitos que visitar. Aunque tengamos muchas ciudades muy industrializadas, mi provincia se destaca por los paisajes naturales. Conduciendo un par de kilómetros ya te podés encontrar en el medio de montañas, lagos y ríos y podés compartir con la naturaleza y la fauna.
En cada viaje que hago intento levantarme temprano o al menos quedarme a disfrutar de un atardecer. Esos momentos me encantan porque permiten relajarme y apreciar el momento que estoy viviendo. Me recarga mucho las energías y me llena de buen humor.
En mi provincia se habla de un lugar que tiene muy buenos comentarios por sus atardeceres. Dicen que se pueden ver los mejores atardeceres de Canadá y según algunas encuestas, el segundo más lindo atardecer del mundo. Un fotógrafo de National Geographic pasó por la región y dejó muy buena puntuación. Mismo si la belleza es subjetiva, me dio mucha curiosidad ir y aprovechar el momento. Así es como decidí ir a pasar el fin de semana en el Bas-Saint-Laurent.
El Bas-Saint-Laurent es la región inferior del rio Saint-Laurent que atraviesa toda la provincia y que tiene desembocadura en el Oceano Atlántico. Durante mis dos días pude visitar la ciudad y los pueblos vecinos. Visité 3 parques naturales y comí muy bien. Pero el momento que más esperaba eran los famosos atardeceres.
Tuve la suerte de tener dos hermosos atardeceres. El primero nublado, después de un dia de lluvia, fue increíble. La combinación de colores rojo, rosado, violeta que se reflejaban sobre el río y que se metían entre las nubes para iluminar la ciudad. El segundo, un color rojo, en un cielo despejado, reflejado sobre el agua. Hasta la luna llena me hizo compañía.
Estuve dos días y pude asistir a ese espectáculo. ¿No sé si fue suerte o si serán así todos los atardeceres?
¡Les comparto un video que hice de toda mi aventura!