Por: Krys y Arthur
Dicen que encontrar el amor viajando es de las formas más hermosas que pueden existir, y tal vez nosotros no nos enamoramos en un viaje pero sí tuvimos una conexión especial gracias al amor por viajar. Lo que sí es cierto es que viajar en pareja permite conocer el otro de una manera completamente diferente y la experiencia por si misma hace que en muchos casos te des cuenta si en verdad es la persona con la que deseas compartir tu vida.
En esta ocasión nos encantaría compartirles uno de los primeros viajes que hicimos como pareja, pero el primero hacia el extranjero. De entrada debemos decirles que debido a que el plan original era que yo viajara sola, Arthur tuvo que comprar su vuelo unos meses antes haciendo que voláramos en vuelos diferentes desde CDMX a LA. Ante todo adaptarnos a lo que teníamos.
4 horas después sobre las nubes, el sábado 17 de noviembre nos encontrábamos en el aeropuerto de los Ángeles esperando a nuestra agencia de autos para poder iniciar nuestro día. Todo comenzó bien, pues pudimos ir a entrenar a Gold ´s Gym en Venice beach, era una parada obligada pues justo el amor al gimnasio nos permitió conocernos.
Después de ello manejamos hasta Santa Mónica para poder ver una de las puestas de sol más hermosas y apreciar ese tipo de simplicidades desde una torre Lifeguard.
Aunque claro, no todo siempre sale como lo planeamos y esta vez no fue la excepción. Pues resulta que, dejamos el auto en uno de los estacionamientos más alejados del muelle y el clima era bastante frío, típico de las playas californianas. Sin batería en celulares y cámara, nos dirigimos hacia Pacific Park para poder recorrerlo, ver las olas del mar y jugar por debajo del puente mientras el sol caía y un par de músicos tocaban una melodía que parecía que quedaba perfecta con el oleaje. Compramos nuestro imán y le pedimos al señor de la tienda de souvenirs que nos dejara enchufar el celular unos minutos solo para tomarnos una fotografía.
Cuando Íbamos de regreso al auto, hicimos conciencia que no tendríamos el celular para poder hacer uso del GPS así es que estábamos frente a nuestro primer problema. ¿Pero adivinen qué? Gracias a que Arthur es un crack en los videojuegos sabía exactamente cómo se encontraba la zona de LA, lo que nos permitió llegar hasta nuestro Airbnb ¿Quién dijo que jugar videojuegos no sirve de nada? JAJA
Los días siguientes visitamos algunos sitios comunes como Beverly Hills, Universal Studios, Hollywood; y otros no tan conocidos en dónde pudimos apreciar distintas galerías de arte urbano y una playa cuyo nombre es tan peculiar como lo no tan conocida por los turistas. “Hermosa beach”.
Esta playa, la luna roja, las luces y el mar; fueron testigos de nuestra gran promesa de amor. Así fue como de repente Arthur se arrodilló y en medio del mar sobre un puente largo me propuso matrimonio. No podía contener la emoción, el momento no pudo ser más perfecto, solo faltaba un pequeño detalle… El anillo XD
Por supuesto que lo hubo, sin embargo como en todo cuento de hadas este se reservó hasta el final, y fue justo frente al castillo de la bella durmiente en Disneyland que me entregó el simbolismo social del compromiso, aunque claro ya había aceptado, fue tan emocionante como la primera vez y como todas las otras veces inusuales en el gimnasio, el metro o nuestra habitación.
Nos despedimos de LA una noche en dirección a Malibú para ver uno de los amaneceres más esperados (somos amantes de ver salir el sol y ocultarse), sin embargo ¡el destino tenía preparada una prueba muy grande! Para no hacérselas larga, resulta que íbamos pasando por una avenida solitaria en carretera, yo en mi celular decidiendo que foto subir y el manejando pidiéndome que le hablara pues tenía sueño; cuando de pronto una luz roja salió desde mi pecho, solté el celular y levanté la cara para en tan solo 1 segundo dar un volantazo al darme cuenta que nos dirigíamos hacia la parte de atrás de un tráiler estacionado.
Estábamos en shock. Acabábamos de librar la muerte en cuestión de segundos. No puedo explicar la mezcla de emociones de ese momento. Paramos obviamente a dormir y descansar en la central de autobuses del condado y tomar camino al otro día. Sin embargo esa experiencia nos dejó la lección de cómo copiloto siempre estar alerta y como conductor nunca manejar con sueño.
Después de presenciar el amanecer en Malibú que fue como un nuevo comienzo en la vida. Nos dirigimos a presenciar una maravilla natural oculta entre los bosques de California. El Parque Nacional de Sequoia y sus árboles conocidos como los más grandes del mundo. Es ahí en dónde te das cuenta de que tan pequeño eres en el mundo y lo impresionante que es ver tanta belleza ante tus ojos.
Casi para terminar, volamos hacia Las Vegas, Nevada y pasamos unos días increíbles entre casinos, hamburguesas de In-N-Out y ¡lluvia! Oh sí, no dejó de llover, pero incluso eso era divertido.
Visitamos Arizona, la presa Hoover, Kingman y Seligman en la ruta 66 y el Gran Cañón aunque no pudimos ver nada de él pues estaba completamente ¡NEVADO! El clima un día antes había cambiado y nos sorprendió. Y así pasa, hay cosas que no puedes controlar y hacen que “tus planes” no salgan siempre como los planeas. Pero fue el pretexto perfecto para una guerra de bolas de nieve.
Tocaba el turno de volver y en nuestro último día visitamos Pawn Shop, la famosa tienda de empeños de “El precio de la historia” encontrándonos al propio Rick Harrison. Así con nuestra maleta sonando entre todas las calles y perdiendo cualquier tipo de glamour, volamos hacia Dallas a una pequeña escala que nos permitió descubrir la ciudad y su gente. Por si no lo sabían, tomar el tren desde el aeropuerto al downtown si cuesta XD (Nosotros no lo sabíamos y no pagamos gracias a un policía que nos perdonó el no pagar).
Volvimos a Durango, México a pasar los últimos 2 días de nuestro viaje con unos amigos y conocer lo maravilloso que el norte del país tiene que ofrecer. En verdad nos encantó tanto que hasta planeamos ir a vivir algún día a Durango.
En total viajamos 10 DÌAS y gastamos lo menos posible hospedandonos en Airbnb y reservando con anticipación TODO
¿Hicimos demasiado en tan poco tiempo no?
Pues todo es posible si lo planean bien. Ahora creamos un proyecto para compartir nuestras experiencias de viaje y conocer las de otros viajeros. Visitando más lugares en menos tiempo y gastando lo menos posible. En Instagram posteamos imágenes que reflejan un poco de nuestro país y nuestros viajes… Somos Parkerxelmundomx y agradecemos tanto a Alan Estrada y otros tantos viajeros por inspirarnos a ir más allá de lo que alguna vez creíamos.
Hoy por hoy nuestro amor es más fuerte, estamos comprometidos y queremos recorrer el mundo de la mano inspirando a los demás a salir de su zona de confort. Solos, con amigos, en familia, en pareja. Viajar te cambia, te hace grande, te reinventa.
Ojalá nuestras experiencias puedan hacer que tú que estás leyendo esto te animes y viajes. Sal de lo conocido y cree en el amor.