Queridos Viajeros,
En esta ocasión los invito a dar un paseo por las calles de uno de los barrios más impresionantes que he visitado: Viejo Delhi.
Aún sigo cuestionándome cómo en este caos de colores y sonidos logré encontrar esa plenitud que solamente se hace presente en los lugares más bellos.
Rojo. El rojo color de la tierra manifestándose en su arquitectura, en los pies y las manos de su gente… en sus rostros.
Intercambié miradas. Miradas pasajeras en medio de un perfecto desorden donde todo funciona.
Las calles, sus banquetas no de transición si no de estar, pertenecen a quienes crecieron en ellas.
Historias, rumbos, intenciones coexisten con los pies descalzos. Reconociendo su tierra, su lugar, su origen.
Y esto sólo en un paseo por el Viejo Delhi.