Por: Victor Voltaire Montoya Colonna
Llevábamos más de tres días viajando, acabábamos de bajar del bus, el destino anterior fue Bélgica, llegar a Ámsterdam fue bien rápido. Ya en la estación todo era un desafío, mi spanglish no es muy bueno, pero mi habilidad de viajero hace que mi norte siempre esté bien orientado.
Llegamos pasado el mediodía, el pronóstico del tiempo indicaba que llovería por esa tarde, felizmente llegar al hotel fue fácil, lo reconfortante fue la vista que tenía desde mi ventana. Para mi suerte el café era gratis, así que no dudé en sacar mi “pan con jamón y queso” bien envuelto que venía desde Bruselas, mi fiel alimento acompañante de viajero. Soy de los que no gastan mucho en comida para así invertir más en seguir conociendo nuevos lugares. Muy amante de los supermercados y buscar lo económico para luego seguir y seguir caminando.
Mis ganas por salir a aventurarme en este lugar eran inexplicables, las calles, las flores, las fachadas de las casas, los lagos, los barquitos, pero en especial las “bicicletas”, son todo un espectáculo. Debo admitir que a partir de ese momento empezó mi afán por tener una bici vintage.
Al mirar en mi aplicativo estaba a solo 30 minutos del siguiente free tour. Siendo las 4:00 PM empezó el recorrido, traíamos sólo un paraguas, ese día alguien puso triste a Dios, que manera de llover. Contaba con solo un traje para poder lucirme, así que tuve pagar de más por un paraguas, no podía malograrme el día.
El recorrido me llevó a este famoso barrio de 9 Straatjes, para mi suerte dejó de llover, el gringo salió y mejoró lo que parecía ser un mal momento. El puente donde estoy parado es muy concurrido, no podía quedarme atrás y no sacarme una buena pic, y de fondo la iglesia Westerkerk para ponerle sabor al asunto.
Volver a revivir esos recuerdos hoy en día en mi aislamiento por trabajo me llena de motivación en que pronto volveré a viajar y nadie podrá detenerme. Del mismo modo deseándole a todo el mundo lo mismo que cuando todo esto quede bien atrás podamos tener la libertad de seguir recorriendo el mundo.
Espero pronto pase esta pandemia, escucho en noticias que ya estamos en las siguientes fases de vacunación, espero que a mi abuelita pronto le llegue su vacuna, pero este año según tradición debería de volver a emprender un largo viaje, ojalá el destino me permita realizar alguno, pero por ahora con planear y recordar parajes que viví en algún momento no me quita la ilusión de volver a volar.
¿Y tú cuando viajas cuál es el fiambre que siempre te acompaña?