Por: Judith Hernández
Hace tres años, en mi cumpleaños, hice un viaje a Filipinas, ahí me iba a ver con un amigo, su nombre es Mac y lo conocí en un hostal en España, después nos volvimos a ver en Los Ángeles y en ese segundo encuentro fue que decidimos irnos de viaje juntos, el destino sería Filipinas. Debido a que estábamos en diferentes países decidimos vernos en Siargao, a Mac se le complicaron algunas cosas así que la primera semana yo estaría viajando sola.
Llegó el día, mi cumpleaños, y tomé mi vuelo: México-Vancouver-Guangzhou-Manila, tenía reservado hospedaje en el aeropuerto de Manila ya que al día siguiente temprano salía mi vuelo a Bohol.
Todo iba bien hasta la escala en Guangzhou, al llegar nos informaron que debido a un tifón cerca de Manila el vuelo estaba cancelado, como era de esperarse perdí mi reserva de la noche en Manila y mi vuelo del día siguiente, no tenía Internet ya que mi celular jamás se pudo conectar al Wifi del hotel.
Al día siguiente tomamos el vuelo que nos asignaron, durante este tiempo pude conseguir otro vuelo a Bohol y comunicarme con el hostal, llegamos en la noche a Manila, al día siguiente salía mi vuelo temprano y no había dónde hospedarme cerca del aeropuerto, no tenía Internet, ni batería y no había donde conectar el teléfono así que no tuve otra opción que dormir en el aeropuerto en una silla con mis dos mochilas pegadas a mí.
Finalmente llegué a Bohol ahí estuve 3 días y me encantó, pude turistear, conocí más gente y de ahí tomé un ferry a Cebú donde me quedé un día para tomar mi vuelo a Siargao.
Ya en Cebú me di cuenta que había perdido mis lentes, los cuales para variar me encantaban, y tuve que pasarme el resto de mis vacaciones solo con mis lentes de contacto ya que desafortunadamente no veo nada sin lentes.
Finalmente llegué al aeropuerto de Siargao donde me encontré con Mac, de ahí nos fuimos a nuestro hospedaje, todo estuvo súper bien, excepto por la lluvia los primeros días lo cual no nos detuvo del todo ya qué rentamos una moto con la que pudimos recorrer la isla, también pagamos por una lancha para hacer “Island Hopping”.
Un día decidimos tomar un tour a Sugba Lagoon, yo iba con el tour y Mac se fue en la moto, al terminar nos regresamos por nuestra cuenta en la moto, ya que así podríamos ver más lugares en la isla, debido a que había llovido el pavimento estaba mojado y en ciertas partes muy resbaloso, y de repente derrapamos y nos caímos de la moto, Mac terminó de un lado de la carretera y yo de otro, solo recuerdo haber rodado varias veces y terminar tirada, no traíamos casco, cuando abrí los ojos Mac estaba al lado mío junto con varias personas del lugar las cuales nos ayudaron a curarnos los raspones, nos llevaron agua y estuvieron al pendiente hasta que nos fuimos, afortunadamente solo fueron raspones para los dos, a mí se me bajó la presión en el momento pero nada de qué preocuparse, el peor raspón fue en mi pierna a la altura de la rodilla ya que estaba un poco grande pero nada que no se pudiera curar, regresamos al hostal, lavamos las heridas y seguimos con nuestras vacaciones como si nada hubiera pasado.
Agregado a nuestra caída, en la isla solo había un cajero automático y dio la casualidad que estaba fuera de servicio, por lo cual nos tuvimos que acomodar al efectivo que teníamos disponible ya que no sabíamos cuando arreglarían el cajero, afortunadamente fueron solo días y digo afortunadamente porque ya no contábamos con efectivo para los siguientes días y en muchas partes de la isla no aceptaban pago con tarjeta.
Terminó nuestro tiempo en Siargao y tomamos un autobús a nuestro siguiente destino: Moalboal, para este entonces mi pierna empezaba a doler más pero no le di importancia ya que pensé que era porque mi herida estaba cicatrizando, ahí rentamos nuevamente una moto para recorrer el lugar, esta vez con casco incluido, y entre los lugares que fuimos fue Osmeña Peak.
Al retirarnos del hostal Mac tuvo un pequeño incidente con las personas del hospedaje y nos fuimos a la parada de autobuses y ahí llegaron los del hospedaje a buscarnos con la policía, el chofer del autobús decidió esperarnos hasta que se aclararan las cosas lo cual no tomó más de media hora y nos dejaron ir sin problema.
Llegamos a Cebú, para este entonces mi herida me dolía al punto de que ya no podía caminar a una velocidad normal ya que al momento de doblar la rodilla me lastimaba mucho, pero de nuevo no le di importancia. En Cebú fuimos a Sky Experience Adventure, donde tuve que subirme a juegos que realmente no me gustan pero lo hice ya que no podía dejar pasar la experiencia.
Después de turistear en Cebú y pasar la noche, nos fuimos al aeropuerto para nuestro último destino: Boracay, ahí casi perdemos el vuelo por estar comiendo y platicando, perdimos noción del tiempo hasta que vocearon nuestros nombres nos dimos cuenta de que teníamos que correr al avión.
Llegamos a Boracay, para mi mala suerte estaban arreglando muchas cosas en la isla y había maquinaria por todos lados y muchísima tierra, la cual no fue nada buena para mi herida.
Pude conocer algunos lugares, pero ahí fue donde me dolía toda la pierna cuando me levantaba y la apoyaba en el piso, ya no podía doblar bien la rodilla, no podía estar mucho tiempo parada ya que sentía un ardor lo cual hacía difícil el caminar, hubo una noche donde tuve fiebre, consecuencia de la infección, pero siempre tuve la mentalidad: “Esto no me va a echar a perder mis vacaciones”, y aguanté el dolor y la incomodidad de esos últimos días en Filipinas.
Llegó el momento triste de despedirnos y partir cada uno a su destino, Mac tenía un viaje a Indonesia y yo regresaría a México ya que tenía que volver al trabajo.
Al llegar al aeropuerto para tomar mi vuelo de regreso, tarde para variar, no me querían dar mi pase de abordar ya que me decían que no contaba con eTA, tenía escala en Vancouver, les expliqué que si tenía ya que tuve que pasar por Canadá para llegar a Filipinas pero insistían que no aparecía en la lista, estuve discutiendo con el persona de tráfico por mucho rato ya que no podía perder ese vuelo pero para mí mala suerte no encontré el correo de confirmación, faltaba menos de una hora para que saliera mi vuelo y lo único que se me ocurrió fue sacar otra eTA al momento y funcionó, pero para este entonces faltaba media hora para la salida de mi vuelo, la fila enorme, le expliqué al personal de seguridad lo que me pasó y me ayudaron a brincar la fila y claro fui la última en llegar al avión, solo me estaban esperando para cerrar puertas.
El regreso fue muy incómodo debido a que mi herida me dolía, ya no podía caminar bien y se veía bastante mal e infectada pero ya sólo quería regresar a México para poder atenderla.
Al día siguiente al llegar a trabajar pasé con el doctor de la empresa el cual me mandó al seguro ya que por las actividades de mi trabajo no podía trabajar así, y en el IMSS me confirmaron lo que ya sabía, mi herida estaba muy infectada e inflamada, me mandaron a urgencias donde me hicieron una curación, lo más doloroso que me ha pasado hasta el momento y me incapacitaron por 10 días.
Este viaje ha sido el más desastroso que he tenido hasta el momento, pero también el que más he disfrutado, por la compañía, por las experiencias y debido a que a inicios de ese año había pasado por una mala experiencia este viaje me ayudó a darme cuenta que todo es pasajero, todo pasa por algo y siempre hay que disfrutar el momento a pesar de las adversidades que se presenten.
Siempre pasa algo en los viajes, bueno o malo, pero hay que dejarlo atrás y seguir adelante y seguir viajando.