Innsbruck Austria un lugar que nunca olvidaré

Lupita Saldaña

Cuando planee mi viaje por Europa, mi sueño era conocer Londres, Roma y París, pero nunca me imaginé incluir Innsbruck Austria en mi tour, pero bueno compré un paquete y esta ciudad estaba incluida, la verdad no me preocupe por investigar algo sobre ella, y tal vez fue mejor así porque me lleve una de las más grandes sorpresas de mi viaje.

Ahora ya sé que Innsbruck es una ciudad del oeste de Austria capital del estado del Tirol, que ha sido sede de los juegos olímpicos de invierno en dos ocasiones 1964 y 1976. Es una ciudad de lo más pintoresca, ¿se acuerda de la caricatura Heidi? ah pues todos esos paisajes que vi de niña en esa caricatura por fin se materializaron, hasta me dieron ganas de cantar la de Abuelito dime tú jejeje, en fin es un lugar de ensueño.

Un domingo pude asistir a un espectáculo tirolés que organiza La Familia Gundolf desde el 1967, el programa es variado y atractivo incluye exclusivamente música autentica con instrumentos tradicionales, cantos tiroleses como el “Jodel” y bailes típicos como el zapateado tirolés “Schuhplatteln”., es un espectáculo que realmente vale la pena. En el intermedio una señora del público me entrego una hoja y mi sorpresa fue que era un dibujo de mi amiga y mío, la verdad se me hizo un súper detalle. Al final del espectáculo todos los actores a manera de agradecimiento cantaron unos fragmentos de canciones de diversos países, cuando llegó el turno de México cantaron el Cielito lindo y se me puso la piel chinita, chinita; mis amigas y yo nos pusimos de pie, levantamos nuestra bandera y empezamos a cantar como si lo hiciéramos el 15 de septiembre en el Zócalo =)

Cuando llegamos al hotel nos encontramos a unas chicas que nos invitaron al Pub de al lado en donde ya se encontraban varios de nuestros compañeros mexicanos y unas niñas argentinas, sin pensarlo nos dirigimos ahí a seguir la fiesta jejeje, llegamos y nos dijeron que el lugar lo cerraban temprano ya que era domingo, pero bueno teníamos que aprovechar al máximo ese tiempo.

No recuerdo como se llama el pub, pero lo bautizamos como “el pub de Jerónimo” en honor al barman que nos atendió. Jerónimo es una persona de lo más amable y agradable, los chicos le estuvieron platicando que nosotros los mexicanos nos podemos pasar toda la noche sin dormir y en la fiesta total, Jerónimo incrédulo dijo que eso no lo podía hacer un ser humano, ah cómo de qué no, se ve que no nos conoce jejeje . Y no es que hayamos querido demostrarle que si se puede, pero las cosas fueron fluyendo hasta que nos apoderamos del pub. La música no era de nuestro agrado así que le pedimos a Jerónimo que nos dejara poner nuestra propia música, él accedió y uno de los chicos fue por su laptop y la conecto al sistema de sonido del bar. Rabiosa, On the floor, golpes en el corazón, yo no sé mañana, tristes recuerdos hicieron que en ese lugar se armara la fiesta, las chicas sacaron a bailar a un señor que iba vestido típicamente, o sea con un overol corto de mezclilla, el señor termino bailándoselas, mis respetos para él. Y los chicos sacaron a bailar a la esposa de éste.

Pasaban las horas y Jerónimo empezaba a darse cuenta de lo equivocado que estaba, yo lo veía cansado y le preguntaba que si ya quería irse a descansar, él con una enorme sonrisa decía que no había problema, yo creo que estaba impresionado de la energía que aún teníamos.

Eran las 2 de la madrugada y cada vez entrabamos más en confianza, una de las chicas se puso ayudar a Jerónimo a servir las bebidas, otro más se subió a la barra, otros bailaban con los austriacos, alemanes, hindúes que estaban presentes. También hubo momentos de melancolía hasta nos pusimos a cantar Volverte a amar de La Guzmán y Soledad de La Trevi, debo confesar que con esta última canción hicimos llorar a una australiana, sería de sentimiento o de plano cantábamos horrible??? Prefiero pensar que fue lo primero jejeje. Todo termino hasta que nuestro DJ tuvo que irse buuuu, ahora que lo pienso nos hubiera dejado la lap jejeje.

Habrá otros viajes, habrá otras noches de fiesta, pero esa noche de Innsbruck siempre la recordaré.