La llegada de Emirates a México ha tenido fuertes turbulencias, luego de que esta semana se diera a conocer que la aerolínea de Medio Oriente tendría una ruta desde la capital del país a Dubái con escala en Barcelona.
Esta triangulación de destinos recibe el nombre de “Quintas Libertades” y consiste en que una aerolínea pueda aterrizar en un país, efectuar el descenso y ascenso de pasajeros y dirigirse a un tercer país, provocando molestia de las aerolíneas nacionales.
Tras el anuncio de la ruta, Aeroméxico indicó que iniciaría acciones legales contra los vuelos diarios de Emirates a Dubái, “pues darle quintas libertades a una aerolínea extranjera en una ruta que ya está siendo operada por una aerolínea nacional nunca había ocurrido”.
Por otro lado, se le ha acusado a la aerolínea de recibir subsidios por parte del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos y una supuesta restricción de su entrada a Estados Unidos de América y reducción de sus vuelos por parte de ese gobierno.
Ante esto, Emirates Airline rechazó categóricamente cualquier acusación de haber recibido subsidios e indicó que ha sido atacada repetidamente por condiciones de explotación “injustas” y se comprometieron a una inspección para mostrar sus méritos y transparencia.
“Nos comprometemos de manera transparente con los reguladores, periodistas, analistas, académicos y financieros, y nadie ha encontrado fundamentos de hecho para ninguna de las acusaciones, ya sea sobre el combustible subsidiado, el apoyo financiero oculto, las tasas aeroportuarias, las condiciones del personal o la regulación ambiental”, indicaron en un comunicado.
Finalmente, indicó que esperan poder “ofrecer a los clientes la posibilidad de elegir y la comodidad con nuestro nuevo servicio diario entre Dubái y la Ciudad de México a través de Barcelona, que atenderá a la demanda subatendida”.
