Cuando pensamos en la geografía del Reino Unido, por automatismo cultural pensamos en el Londres de Sherlock Holmes, de la Reina Elizabeth II, de James Bond; en el Liverpool de los Beatles, en el Manchester del United, o en el Hogsmeade de Harry Potter.
Pero existen tres ciudades en el norte del país que conjugan tanto mi apego emocional -muy personal-, como una atracción y un encanto universales: Edimburgo, Newcastle upon Tyne y York, que con los tiempos muy limitados puedes recorrerlos en tan solo 24 horas cada uno.
- Edimburgo
La capital de Escocia es un lugar místico e histórico; el castillo se encuentra situado sobre un volcán extinto, y sus callejuelas empedradas son como los ecos de cantares de gesta, duelos de espadas y romances medievales que alguna vez allí existieron.
La música natural de la ciudad es el bullicio de la gente, por lo regular turistas que visitan Edimburgo durante todo el año; pero también ese murmullo foráneo se mezcla con el sonido local de las gaitas tocadas por hombres que visten faldas (kilts), tan molestas como las melodías de los organilleros mexicanos del centro de la Ciudad de México.
Refúgiate en el silencio sacro de la St. Giles Cathedral con su particular techo azul y su campanario en forma de corona real.
Recomendable es perderse por todos los callejones, mientras más estrechos mejores; comer Haggis -tripas- en algún restaurante local, como el Arcade Bar, en la 48 de Cockburn Street, y hacer una cata de whiskey escocés (evidentemente). Relajarse en los Jardines de Princess Street, mirando hacia abajo los miles de dientes de león desmoronarse con el viento, o alzando la vista para admirar el estoico castillo en la cima de la ciudad, que la protege como un guerrero impasible.
Las instalaciones de la Universidad de Edimburgo, y sus diversas facultades, también son imperdibles.
Edinburgh Backpackers Hostel: 15 libras la noche.
- Newcastle upon Tyne-Tynemouth-Durham
Newcastle estará siempre en el atrio de mi corazón porque ahí viví durante un año y medio, y desde que lo dejé he regresado año tras año. Da un paseo a lo largo del Río Tyne y atraviésalo por alguno de sus 7 puentes conectores. Newcastle, además, es una ciudad universitaria: Newcastle University y su archirrival Northumbria, por lo tanto su vida nocturna de pandemonium colegial es reconocida a nivel internacional.
Si el tiempo es gentil -siempre habrá un viento frío, constante, todo el año- se puede tomar el metro hasta la localidad de Tynemouth, un pueblo costero a orillas del Mar del Norte. Su castillo, ahora en ruinas, se encuentra situado en un promontorio rocoso, que se conjuga con una vista única al extenso muelle, su faro ciclope, y lo que queda de un priorato benedictino donde fueron enterrados los primeros reyes de Northumbria.
El mejor Fish and Chips del Reino Unido lo podrás encontrar en Marshall’s, en el número 33 de la Front Street. Finalmente, con la tarde libre, toma el tren desde la Estación Central de Newcastle y en 15 minutos llegarás a Durham. Mientras recorres los suburbios de la ciudad, te recordará las casas de la clase trabajadora en Billy Elliot. Atraviesa el río Wear, y escala el centro de la ciudad medieval, hasta la imperiosamente normanda Catedral de Durham. Su tamaño es imponente, y su soberbia belleza aún más. Si eres fanático de la magia Harry-Potteriana, te encantará saber que el patio central fue utilizado como inspiración, y como set de grabación, para el Central Courtyard de Hogwarts.
Albatross Hostel: 12 libras la noche.
- York
La antigua York, en contraste con su homónima estadounidense, se mantiene pequeña e inmutable a través de los años. Sus paredes originariamente romanas han sido restauradas a través de los siglos, pero conservan esos aires de antaño, de fortalezas indestructibles. Caminar a lo largo de las murallas, es revivir las batallas medievales en Europa o las batallas Tolkianas en la Tierra Media, del Señor de los Anillos.
El centro de la ciudad es mágico y pintoresco, asemeja al Diagon Alley (disculpen tanta referencia a Harry Potter), con sus pequeños y compactos negocios, uno encima del otro, y sus callejones que te asfixian y te abrazan al pasar de un lado al otro.
Para comer el lugar perfecto es The Golden Fleece en el 16 de Pavement Street. Es un lugar lúgubre, pero acogedor, con exquisita comida, abundantes porciones y estupendamente embriagante cerveza artesanal.
Recorre toda la ciudad a pie, pasando por las 4 puertas, otrora defensivas en tiempos de guerra (Bootham Bar, Monk Bar, Walmgate Bar and Micklegate Bar), camina junto a la Clifford’s Tower y ve al National Railway Museum, que aunque no seas un fanático empedernido de los trenes como Sheldon Cooper (The Big Bang Theory) seguramente quedarás impresionado por la colección tan variada de prototipos, modelos y ferrocarriles en escala real.
The Fort Boutique Hostel: 17 libras la noche.
La próxima vez que planees un viaje a Reino Unido, además de considerar las ciudades más icónicas y representativas, tómate el tiempo de conocer otras alternativas como las que presenté en este artículo. Para más fotos de este viaje visita el HT #manutiUK en Instagram.
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