Colaboraciones

¡Di sí a Madrid!

Por: Mónica Montoya

Barcelona y Madrid son las primeras ciudades que visito de España, había escuchado que la accesibilidad en estos lugares no era muy buena, que la gente era fría y que es muy costoso visitar Europa.

Me gusta percibir mi propia realidad, así fue como encontré en Madrid un lugar hermoso que rompe paradigmas.

En primer lugar ya saben que lo que busco es transporte, pues me hace más feliz al viajar por mi cuenta, sobretodo si es barato, eficiente y accesible; eso en mi opinión es de las cosas que tomo más en cuenta.

La red del metro en Madrid entra en mi lista de transporte accesible para personas con discapacidad, aunque algunos elevadores no funcionaban, un asistente inmediatamente me orientó para poder llegar a la plaza de la Puerta del Sol, con una llamada ubicaron rápidamente cuál era la mejor ruta.

Cuando llego a una nueva ciudad y el medio transporte no está acondicionado para que viaje con mi silla de ruedas la verdad me decepciono un poco, esta es una de las razones por las que escribo estas líneas, si alguien me dice que algún lugar es accesible, en definitiva lo contemplaría como un destino.

Estuve en Barcelona escaso tiempo como para dar mi punto de vista con respecto al transporte, la plaza Cataluña es muy bella. En definitiva, los lugares que recorrí quedan guardados en mi corazón.

Uno de los lugares que más deseaba conocer en Madrid era el museo del Prado, en algunos horarios es gratuito para todo público, la entrada para personas con discapacidad lo es a cualquier hora, y aunque no permiten tomar fotos, es tan impresionante que prometo no lo olvidarás. Cerca hay muchas cosas por observar, como el parque del retiro y la puerta de Alcalá.

Cuando transitaba las calles, algunas personas que me veían batallar en algunas pendientes preguntaban si requería apoyo, el gesto es lindo, pero más importante es la pregunta en sí misma, ya que es una señal del esfuerzo por la inclusión, pues toman en cuenta que puedo ir sola y a la vez el lado humano brota sin caer en el asistencialismo.

Madrid en sí mismo es un lugar con magia propia, me encantó y disfruté tanto mi estancia que sin duda regresaré. Tengas una discapacidad o no, te recomiendo que digas sí a Madrid.