Por: Patricia Helena Leiva Forero
Niebla, lluvia, montaña, frailejones, una aventura para llegar a 3800 m.s.n.m. En el Páramo de Ocetá, ubicado en el municipio de Mongui, departamento de Boyaca en Colombia
5 am salimos hacia el Páramo (cuando me dijeron la hora , lo primero que pregunté, ¿por qué? es para disfrutar el amanecer, avistamiento de venados y temprano la caminata se hace mças suave), un jeep nos llevó por media hora en carretera hasta donde empezábamos a caminar.
5:30 am iniciamos la caminata, el primer lugar que vimos a lo lejos fue El valle y peña de Oti, donde extrajeron toda la piedra para construir la iglesia y el puente calicanto . Seguimos caminando y ya iniciamos a través de pastizales y caminos marcados por todos los caminantes, el frío era inclemente (importante ir muy abrigados, botas, e impermeable).
6 am estábamos en el cofre del rey , es una piedra en forma de cofre donde los indígenas hace muchos años guardaron un tesoro, cuenta la historia, intentamos subirnos a la piedra pero no lo logramos estaba muy mojado y resbaladizo.
Seguimos la caminata, media hora después apareció un venado grande cola blanca, hermoso, solo nos permitió contemplarlo por unos minutos, comimos la merienda (bocadillos, necesitábamos algo de calorías)
Continuamos el recorrido, la lluvia incrementaba, la niebla ya era muy espesa y el viento fuerte. Más adelante encontrábamos la piedra de la virgen, hace algún tiempo en ella se había aparecido la virgen de mongui y su imagen quedó labrada ahí. (ya poco se ve).
El paisaje es hermoso, cantidad de frailejones, en algún lugar el camino se vuelve un filo de la montaña donde a cada lado, ves hacia abajo el valle hermoso entre la niebla, todo es verde, mucha paz, solo escuchas el aire silvando… más adelante llegamos al jardín de frailejones con espigas largas de flores moradas (único en su especie), esto hacía que todo sacrificio fuese recompensado.
Seguimos caminando entre frailejones hasta llegar a una formación rocosa donde grandes rocas habían quedado súperpuestas y habían formando una caverna y pasadizos…. entramos ahí apenas por un agujero de unos pocos centímetros … (adentro la experiencia fue como cuando Aron estaba entre las rocas en la película 127 horas ), al salir al otro extremo el paisaje era espectacular aunque la niebla no permite verlo mucho, se puede disfrutar, caminar entre la rocas, subir y bajar para salir de ahí.
Llegaba la hora de la bebida caliente, nuestra guía nos había llevado agua de panela caliente para reconfortarnos, estábamos a 3800 msnm, mucha lluvia y las manos congeladas.
El regreso…. el viento era muy fuerte al borde de la montaña, debíamos caminar con precaución porque te arrasaba, bajar en este terreno ya muy mojado y algunas partes llenas de lodo no permitieron avanzar tan rápido…. reíamos muchooo, porque cuando menos lo esperábamos algunos de nosotros estaba en el piso envuelto en barro, por más que lo evites es inevitable reír al ver esto.
Hacia el mediodía estábamos de regreso en Mongui, congelados jejeje, la ropa que llevamos no fue suficiente para cubrir este tipo de páramos (en realidad en otros páramos que he visitado no había sido tan dificultoso, adicional lo visitamos en época de invierno. Las personas de ahí nos recomendaron visitarlo en enero), de esto se trata estas experiencias, de vivir y disfrutar desde lo mas lindos paisajes hasta las más duras experiencias, de aprender que debes llevar, que debes hacer, de contemplar las maravillas que tenemos en nuestro país…. Datos curioso: este páramo es de los más visitados y más grandes de Colombia por sus frailejones y diversidad de plantas.
Agradecimiento total a la familia que nos acogió en su casa hotel, nos brindó la mejor alimentación (delicioso desayuno a las 4:30am antes de subir al páramo) y fue nuestra guía en el páramo