Autora: María Engracia Muñoz Gallo
A casi un año de haber llegado a mi jubilación y tratando de cumplir planes, sueños y proyecto de comprar casa, Dios dispuso que aún no era tiempo para eso.
En junio (2011) me llega una invitación para hacer un viaje… ¿El destino? Argentina. Yo francamente escuche la invitación y pensé: “¿Argentina? ¿Qué voy a hacer ahí? –Respondí que vería, porque yo andaba con mis planes, buscando aquí y buscando allá.
Julio (2011), sigo igual… a principios de agosto a punto ya de darme por vencida que lo de mi casa no se haría, me dispuse a leer el correo con el itinerario, el cual por cierto hasta ese día, ni siquiera lo había leído, pero por alguna razón, no lo había eliminado. Y es que Argentina nunca figuró, como un país que yo quisiera visitar, si me hubieran puesto folletos de viajes, ni siquiera lo hubiera yo agarrado para leerlo.
En fin, como siempre hago, me puse a buscar información en Internet, en Youtube y todo lo habido y por haber, para conocer los puntos que me marcaba el tan ya mencionado itinerario.
Buenos Aires, Bariloche e Iguazú… mis ojos, mi corazón y mi espíritu viajero comenzaron a despertarse, fue como una hebra que estaba ahí… solo era darle un jaloncito!!! Fue recordar lo que mucho tiempo atrás deje de hacer… VIAJAR!
Me enamoré del país… Buenos Aires con sus edificaciones, su limpieza, sus hombres y mujeres guapos y guapas… que gente tan bonita, tan amable, aman aChespirito!!! En una de las excursiones, le preguntamos a la guía, porque decían que los Argentinos eran muy creídos, si solo habíamos recibido buenas atenciones en cada lugar que visitamos, hablemos del hotel, restaurantes, centro comercial, etc. A lo que nos respondió, “que a los sangrones los enviaban fuera, que los buena onda, eran los que se quedaban en casa!”, ¿Qué tal?
“La Europa de América Latina” le dicen, lamentablemente, el día que salíamos a Buenos Aires (29 de Septiembre 2011), el Aeropuerto de Cd de México se quedó sin luz en la pista, por lo que los vuelos comenzaron a cancelarse… primero los nacionales, y después los Internacionales, el nuestro fue el segundo, con la buena fortuna de que nuestra aerolínea se portó a la altura dándonos transporte, hospedaje y desayuno, tanto en México como en Santiago de Chile, donde al llegar, ya el último vuelo a Buenos Aires, había salido. Con esto quiero decir, que perdimos nuestro día libre en Buenos Aires, que se convirtió en nuestra ciudad sede para visitar los otros dos lugares marcados en el itinerario.
Pero esto no nos quitó el ánimo en todo momento, al contrario, nos daba más oportunidad de conocernos en el grupo, tuve la alegría y la fortuna de conocer a dos mujeres maravillosas, Silvia e Idolina, que acostumbradas a viajar, me traían de un ala, yo súper cansada los primeros días, por falta de condición… pero siempre inyectada de su energía!!!
En Buenos Aires fuimos a un show de tango en La Esquina de Gardel, súper recomendado, es un restaurante-teatro que en su presentación te va llevando por la historia, no del tango en sí, pero si por los cambios en la moda y el estilo de bailarlo… desde la época de los 50’s hasta los tiempos modernos, ver aquellos bailarines de cabellos mojados, camisas abiertas, las bailarinas con sus trajes de encaje, haciendo toda clase de piruetas en el aire, los cantantes de tango, la pareja mayor, el señor mayor bailando con una escoba… a lo alto del escenario, la orquesta, todo precioso, los cantantes, uno de ellos caracterizando a Gardel y así me puedo ir contando la experiencia, más se los dejo como un buen tip, si a Buenos Aires tienes la oportunidad de viajar.
Segunda parada… Bariloche!!! Ay, ay, ay… con sus montañas nevadas, el Hotel La Cascada, precioso!!! Todo él, es una cabaña, camino a las habitaciones, una sala con dos chimeneas, otra habitación con Internet y biblioteca, la puerta del ascensor en madera, las habitaciones con una vista espectacular, tuvimos la fortuna de contar con un clima excelente, por lo que la vista, no pudo ser inmejorable.
Al día siguiente de haber llegado, nos dispusimos a hacer el recorrido por el Circuito chico… que es la visita a Cerro Campanario, Cerro Tronador y Cerro Catedral.
En el primero (Cerro Campanario), aprendimos a usar las sillas para ascender la montaña, la técnica para subir y para bajar, así que cuando llegamos a cerro Catedral, ya estábamos instruidos. Las hermosas vistas que nos regala este mirador, es espectacular, desde aquí, vemos las montañas, la isla corazón, que de lejos, se puede ver claramente su forma de corazón, de ahí el nombre.
Cerro Tronador, nombrado así, por el ruido que hace la nieve al caer de lo alto de la montaña, te piden que guardes silencio, para que lo puedas escuchar… es una caricia para el oído… a pesar del frío, había momentos, en lo que con poquito que caminabas, hasta calor te daba.
Y por último, Cerro Catedral, en donde los aficionados al esquí, se pueden dar vuelo, en el camino para tomar el teleférico que recorre, la mitad de la cuesta a lo alto de la montaña, te puedes encontrar escuelas de esquí, donde además te rentan el equipo, al llegar a la mitad de la montaña, nos bajamos del teleférico y nos subimos a la silla en la estación, tengo que decirlo, el hecho de ir sin el cinto, y cada vez que pasaba por uno de los postes, la sensación de poderte caer, estaba presente, pero íbamos muy agarraditas y riéndonos, quizás de nervios… jajaja. Ya en lo alto jugamos con la nieve, veíamos a los pequeños con aquella confianza que se deslizaban, yo con solo ver el filo de la montaña, me hacía para atrás, pero esa sensación de estar tan lejos de casa y en lo alto de la montaña, es sensacional!!! Por cierto, ahí degusté la pizza más deliciosa que he probado en mi vida. Todo natural… el queso, los ingredientes frescos… en fin, tienen que probarla, es el único restaurante que la ofrece en lo alto de Cerro Catedral.
Algo que se me estaba pasando comentar, para llegar a Bariloche, volamos a Neuquen, porque el volcán del Cordón Caulle de Santiago de Chile había estado arrojando cenizas (desde el mes de Junio), por lo que tuvimos que viajar en autobús 6 horas, para llegar a nuestro destino, en el camino y sobre todo en Cerro Tronador, pudimos ver la ceniza por todo el camino.
Al día siguiente nuestro regreso a Buenos Aires, para prepararnos a nuestro siguiente destino, Iguazú!!! Sí, Las Cataratas de Iguazú!!! Como podrán darse cuenta, hasta aquí, pasamos por todos los climas, frío, calor, cero grados, sin frío y sin calor… desde el inicio de preparación a nuestro viaje comenzó la aventura, ya que Mexicali en el mes de septiembre aún contamos con temperaturas altas, así que, al preparar maletas, fue de sacar de lo alto del closet, desde chamarras, blusas de manga larga, pants, hasta shorts y traje de baño!!!
Iguazú es otro mundo, nada que ver con el frío de las montañas, el calor y la humedad a todo lo que da, ¿El hotel? Mejor ni les cuento, todos están a lo largo del camino principal, al pasar por un hotel con muchas banderas, pensé: Que feíto esta ese hotel, y que se da vuelta en “u” y nos dicen que es nuestro hotel! Todos los muebles, daban la impresión de que eran los mismos desde su inauguración… jajaja, pero bueno, positivo, positivo… llegamos, nos instalamos en 20 minutos y bajamos para ver las actividades que nos ofrecían para llevar a cabo en solo dos días!!! Aquí era para quedarnos por lo menos 3, y lo digo, para que lo tomen en cuenta, porque aquí se tiene la oportunidad de ver las cataratas desde el lado de Brasil, solo que se necesita la visa, y esa te la entregan en dos días, si no la tramitas desde el inicio de tu viaje.
Tomamos esa tarde libre, para caminar por el pueblito, llegamos a un punto en el que hay una placa que menciona la “Conmemoración de los 100 años del tratado de límites entre Brasil y Argentina” (1903-2003), cenamos rico en “El Quincho del Tío Querido” (ya traíamos la recomendación), en el camino nos encontramos un casino, y lo digo para quienes sean amantes de este pasatiempo, yo solo le tomé foto para que lo conocieran… al día siguiente, salimos hacia el Parque Nacional de las Cataratas de Iguazú inicias con un recorrido a pie, ver toda aquella vegetación es respirar oxígeno a más no poder, después, el recorrido continua en tren en la Estación Cataratas, bajamos y cambiamos de tren el cual nos dirige directo al andador que nos lleva a Garganta del Diablo, la Catarata con el mayor caudal en el mundo, se conforma por el río Iguazú y la selva misionera, y que se ha convertido en una de las nuevas 7 maravillas del mundo, estar ahí y disfrutar del sonido del agua al caer, la humedad pasa desapercibida, los arcoíris que se forman a lo largo de la caminata que por cierto es de 2080 mts… pero al ir caminando y disfrutando de las vistas, de los colores verde de la selva, el azul del cielo y el blanco que te ofrece los saltos y el agua que en partes se tiñe de roja por la tierra colorada, ni siquiera piensas en el camino recorrido, la fauna que encuentras en tu camino, algo así como cocodrilos, aves de colores, y en la cascada ver como los “vencejos” atraviesan la cortina de agua para anidar entre las rocas, todo es impresionante.
Las cascadas están enumeradas por orden de importancia, después de visitar Garganta del diablo, nos dirigimos hacia las cascadas 2 y 3, en donde tomamos un paseo de 1 hora, que se conformaba de 30 minutos por la selva en unos autos 4×4 donde te dan información de la flora y la fauna del lugar, llegamos a un punto en el que comenzamos a caminar para descender y subirnos a unas lanchas que nos llevarían por el río a ver las cascadas desde abajo… espectacular la vista y con el precioso regalo de meternos debajo del chorro de agua a alta velocidad!!! Al principio, íbamos con miedo, pero después de la primera vez… todos pedíamos más!!! Acompañados de otra!, otra!, otra!, el capitán de nuestra embarcación nos llevó nuevamente debajo de la cascada… y preguntándonos, quieren otra? Y nosotros: “Siiiiiii!” avanzó en el río, y se abre tipo película, otro paisaje mayor al que habíamos visto con una caída de agua más grande, y que nos lleva a darnos un chapuzón de no sé cuantos minutos, el agua cae tan fuerte que ni siquiera puedes voltear tu cara a ninguna parte jajaja, que emoción siento al comentarlo y recordarlo… la experiencia fue única!!! Nos tomamos muchas fotos, compramos el video… no podíamos quedarnos así nada más, estábamos muy lejos!!! Ya en el autobús de regreso al hotel, nos preguntaron: “¿Alguien sabe cuánto caminaron por todo el parque?” –Obvio respondimos: ¡No!, y la guía nos dijo: 8 kilometros!!! Wooow… créanme, bien vale la pena, por disfrutar de las maravillas que Dios creo para nosotros.
Por la tarde llegamos solo a cambiarnos, porque tomaríamos un paseo en catamarán, que les digo, la maravilla de navegar por el Río Paraná, te bajas al catamarán por el lado Argentino de frente como si cruzaras la calle, pero es el río, esta Brasil y conforme avanzas, se forma una “Y” y esta Paraguay!!! Imagina la sensación de estar en un punto donde sabes están tres países frente a ti. De regreso comenzó la música… que alegría escuchar música de nuestros cantantes mexicanos, Emmanuel, El Buki, entre otros, arriba los 5 mexicanitos baile y baile!!!
Al termino del paseo, regresamos al hotel a descansar y prepararnos porque al día siguiente volábamos a Buenos Aires… donde estaríamos ya, disfrutando de nuestra última noche, que aprovechamos para visitar Puerto Madero y cenar en un restaurante de lujo, La Cabaña, en donde nos sirvieron unas “mini muestra de empanada, choripán y taquito” como entrada, de ahí los deliciosos platillos típicos.
Ya en el hotel, nos preparamos para regresar a nuestro México querido, y si, con la firme promesa de algún día regresar, porque hay mucho que ver, te envuelves en su día a día, y te das cuenta de la geografía, a mi regreso, amigos me preguntaron “¿Cómo estaba allá?,” porque les sugerían paquetes de viaje”, y estaban padrísimos, porque era la visita a los glaciares, que es la punta sur del continente americano, una gran oportunidad!!!
A casi dos años de este maravilloso y sorprendente viaje, solo puedo decir, que Dios aún no dispone que deba tener mi casa… jajaja, pero si ha dispuesto para mí muchos viajes, voy llegando de dos recorridos por la República Mexicana, y créanme, como México no hay dos, pero como nuestro mundo, creo que no habrá dos en el Universo, de otra manera, también andaríamos por allá!!!
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