Por: Marissa Marlen
Esta experiencia sucedió en diciembre de 2012, mi familia y yo teníamos planeado ir a Orlando, Florida, pero a última hora nos decidimos por San Antonio, pero no tomamos como la mayoría un vuelo a este destino, aunque hubiese sido lo más lógico, porque vivo en el Estado de México, así que emprendimos este viaje en camioneta, resultando toda una aventura.
Muy temprano salimos de casa con rumbo a nuestra primera parada…Monterrey, durante todo el trayecto pude observar grandes paisajes, porque así como veía un paisaje rocoso, de pronto era desértico, era alucinante ver tantos paisajes juntos, así que después de 10 horas, llegamos a nuestra primera parada Monterrey, una ciudad increíble toda una metrópoli, rodeada de grandes montañas y por supuesto el Cerro de la Silla.
Pasamos la noche ahí, sin dejar de probar el famosísimo cabrito, en el Rey del Xabrito, exquisito. Después tomé un tour por la ciudad de noche, increíble por cierto.
Ya en carretera con rumbo a San Antonio, Texas, el paisaje igualmente impresionante y antes de llegar pasamos a un lugar para contratar un seguro de auto que aplica dentro del territorio estadounidense (Muy recomendable), de pronto vi una fila de autos, era la frontera con los Estados Unidos en la que los vendedores ambulantes no pierden oportunidad para ofrecer sus productos, y justo detrás del señalamiento de la frontera, se encontraba el Río Bravo (impresionante), de pronto ya estaba en territorio Americano, y recuerdo haber tenido una sensación increíble.
Una vez cruzando ya estaba en Laredo, Texas, así que solo me separaban dos cortas horas de San Antonio, llegue a esta increíble ciudad de noche, que mezcla al México colonial con el Estados Unidos Moderno, como era época navideña y de año nuevo era un espectáculo de color, simplemente maravilloso, dejándome sin aliento y con solo mi cámara en mano ansiosa de plasmar esos momentos en una fotografía.
Por cierto era temporada de fútbol americano en San Antonio, y curiosamente había muchos texanos, por todos lados apoyando a Texas, lo mejor es que en el hotel en el que me hospedé, había infinidad de Texanos con el clásico jersey naranja, además mi habitación daba a Riverwalk, como era invierno, así un frio tremendo, no comparable con ciudades más al norte de los Estados Unidos, justo la primera noche salimos a caminar y hacia un aire espantoso, sin exagerar un poste delgado de algún edificio a punto de salirse por el aire.
Al día siguiente, decidimos en nuestro primer día conocer la ciudad y caminar por el Downtown, a ver qué lugares e historias nos contaba ese mágico lugar lleno de historia, así encontramos el Consulado general de México, conocimos la Corte de Justicia de Texas, la iglesia de San Antonio de Padua patrono de la ciudad (católica, por cierto) en la que se encuentran héroes de Texas, un lugar denominado La Villita en la que hay un busto de Benito Juárez, un centro de investigación de la UNAM, música norteña, bueno más cerca de México en Estados Unidos, no me pude haber sentido en ese lugar, también el Álamo un lugar lleno de historia y el famosísimo Riverwalk.
También no podíamos dejar pasar The Towers of America, un icono de esa ciudad, en el cual al adquirir tu boleto puedes subir a la torre las veces que quieras durante todo el día, así como de disfrutar una sala 4D, y muchos otros lugares interactivos dentro de la torre, esta también cuenta con un restaurante giratorio, similar al del WTC en la Ciudad de México, no sé, sí igual de delicioso que el del WTC, porque no comí ahí.
Llego la noche de Año Nuevo, y fuimos a celebrarlo al Hemisphere Park, en donde el conteo y el año viejo, así como el nuevo, en su momento se encontraban en The Towers of America, estaba lleno de gente, con un espectáculo increíble, de pronto empezó el conteo y comenzó el 2013 con fuegos pirotécnicos.
También fuimos al mall de San Marcos es grandísimo de verdad vale la pena visitarlo, así que sin más, una experiencia realmente increíble, ampliamente recomendable, con más cosas que contar pero seguro nunca acabaría, con ganas de regresar a esta increíble ciudad y haber con que sorpresas y experiencias me recibe esta gran ciudad así que una vez más confirmo que viajar es increíble.