Al estilo de Medianoche en París

Ningún tema es malo si la historia es real

Por @solzamudio

Sé que estoy bastante atrasada en películas, pero hace unas noches viendo Medianoche en París recordé mis días en este tan peculiar lugar.

No sé cómo capturar la esencia de París en unas cuantas líneas. Hay tanto que vi y aun así faltó mucho por descubrir, unas vacaciones no bastan. He olvidado una parte de mi en París para un día poder regresar.

Ciudad del amor y de los cabarets. Desde lo alto noté que París me llevaría a un viaje al pasado. No tan literal, claro, pero si mentalmente. La historia ahí parece intacta. Cada esquina es digna de una fotografía. París lugar de los poetas y pintores. Confieso que entre sus calles me convertí por un momento en una de ellos, un buen café, un cuaderno y un lápiz fueron suficientes. ¡Sí! Ya sé que sueno bastante aburrida y aseñorada pero quien ha visitado París sabe que es un excelente lugar para descubrir mucho de uno mismo. Caminar por las calles, visitar lugares turísticos, los no tan conocidos, todo lo que se pueda conocer vale la pena. El clima a veces es tan nostálgico y esas lluvias… ¡Uy! Son tan inesperadas, un día soleado no es la certeza de que el resto de las horas sea así. Tal vez nada que ver la comparación pero creo que París es como nosotras las mujeres, no por romántico sino porque ¡¡no lo entiendes!! Un día te abrigas y no es para tanto, al otro sales ligero y hace frío, nunca sabes que esperar y a demás siempre, siempre sorprende, su comida es muy rica, aunque aquí lo que más sorprende es que la comida es muy cara, si el clima no hace de las suyas a veces lo mejor es comprar cositas del súper y comer en un parque, mucha gente lo hace, sentarte en el pasto, comer y respirar tranquilidad es algo que no se puede rechazar. Para mí lo mejor es Champ De Mars porque tienes de compañera a la torre Eiffel, pero hay muchas opciones como los Jardines de Trocadero a lo largo del río y al otro lado de la Torre o el Jardín Luxemburgo uno de los más famosos en París. Menciono La Torre Eiffel y vuelvo a suspirar. Difícil de superar, como borrar esa imagen de mi mente, verla desde todos sus puntos y mejor aun, por la noche y admirarla desde el río Sena en un barco y verla brillar con luces intermitentes por unos minutos como un pinito de navidad, ahora recuerdo la expresión unísona de los turistas “wooooooow”

Andar en metro, en bici o a pie de cualquier forma se disfruta París. Caminar de día o de noche, observar a la gente y notar que todos viven de prisa, desayunando camino al trabajo con sus baguette, la mayoría de ellos delgados y elegantes, apasionados para vestir. Hasta los perritos lucen bastante “nice”. Hay tanto por contar de esta ciudad y hay tanto que no se dice. Los museos gigantemente monstruosos. Orsay, El Louvre, solo hay tiempo de ver lo básico, La Gioconda, La Balsa de la Medusa, Venus de Milo…

Los viajes te cambian la vida, aprendes, descubres, olvidas y valoras.
Paris je t’aime. El idioma, la música en las calles, los Macarons, los Croissants, las brasseries, Montmartre, El Moulin Rouge, Notre Dame, Versalles, El monte Saint-Michel, La Torre Eiffel, El Arco del triunfo y sus parejas felices, los mercaditos y sus calles. Solo o con “ese alguien especial” con amigos o familia, París sin duda alguna…un lugar que conocer antes de morir.

En esta ciudad siempre tuve la sensación de estar atrapada en una película, una pintura o en un buen libro y es que…
En París todo mundo quiere ser un actor, nadie se contenta con ser un espectador. Jean Cocteau

¡¡Au Revoir Viajeros y Bon Boyage!!