Durante cualquier viaje ya sea de placer o de negocios, barato o de lujo, el servicio es ese detalle que puede arruinar tus vacaciones o hacerlas inolvidables. He visto montones de personas gritar con la cara roja de tomate al mesero que no les ha traído a tiempo su comida, no ha respetado su reservación o al empleado de la aerolínea que ha tenido que comunicar que el vuelo se ha cancelado.
La realidad de las cosas es que algunas veces las empresas de hospitalidad suelen cometer errores, otras tantas las cosas se salen de sus manos y algunas otras no hay nada que se pueda hacer.
Yo les paso mis 5 tips para exigir un buen servicio sin pasarse de la linea.
-Estar informados.
La mayoría de las veces no estamos informados sobre las políticas de las empresas respecto a ciertas eventualidades. Por ejemplo: ninguna aerolínea se hace responsable por demoras o cancelaciones debido al clima o si tu reservación de hotel no está confirmada no hay poder humano que pueda convencerlos de lo contrario.
Siempre hay que saber cuando nos podemos poner exigentes y cuando estamos literal haciendo un berrinche. Con esta información podemos sacarle el mejor provecho a alguna eventualidad y exigir nuestros derechos. Haz uso de los programas de lealtad y saca provecho de sus beneficios.
Mantén a la mano siempre los teléfonos de servicio a clientes de tus proveedores. Si alguna agencia está involucrada deja que ellos te resuelvan. Si tienes un seguro de viaje que incluya alguna eventualidad también úsalo.
-Nunca ofender.
Por muy molestos que estemos, la persona que nos atiende en el 99.9% de los casos NO es el dueño de la empresa, así que si lo ofendemos lo único que lograremos es que esa persona se moleste y nos ayude menos.
Si somos respetuosos y corteses sin llegar a ser confianzudos o igualados obtendremos mejores resultados. Si el empleado tiene un gafete o “name tag” visible, llámalo por su nombre. Sé claro, firme y educado a la hora de exponer tu queja o solicitud.
Hay que analizar bien el problema, obtener la mayor información posible y ser inteligentes. En el caso de los restaurantes no conviene NUNCA gritarle o enojarse con el mesero y menos si aún no ha traído la comida. Tengo amigos que han trabajado en restaurantes y me cuentan historias terribles sobre comida escupida y hasta cosas peores como represalia de los meseros a los comensales groseros.
Si algo no estuvo bien en tu estancia de hotel, en tu vuelo o en un restaurante hazle saber tu opinión al departamento correspondiente.
-Sacar provecho.
Las empresas dedicadas a la hospitalidad no quieren clientes insatisfechos. Si hay algún error en tu reserva no dudes en comunicarlo. Si no te gusta algo dilo. Siempre habrá problemas que resolver. Donde se ve de qué están hechas las empresas de servicios no es en la magnitud del problema sino en cómo lo resuelven.
La regla básica en un restaurante que ha cometido errores al servir los platillos (con queso el que se pidió sin queso, la sopa después de la carne, o el platillo que tardó horas) es enmendar su error. Un postre, una copa de vino o alguna cortesía de la casa son comunes en servicios de buen nivel.
Las aerolíneas sueles ofrecer compensaciones cuando sobrevenden vuelos o la demora es por su culpa. Sácale provecho a eso.
Si en tu hotel algo no te gusta, tu habitación huele mal, o te caíste en la tina. Pide un upgrade o un certificado de regalo.
-Las Propinas
Algunos expertos dicen que la palabra “Tip” (propina en inglés) significa “To Improve Promptness”. O dicho en lenguaje cristiano “Para acelerar las cosas”. Es por ello que algunos empleados esperan una buena propina para darte una buena mesa o pasarte a un lugar preferencial. Esto es común en algunos países pero es ofensivo en otros. Hay que ser cautos.
-Conocer la cultura.
No en todos los países se entiende por buen servicio lo mismo. En Europa por ejemplo la amabilidad no es mu común en restaurantes de rango medio y bajo. Pero eso no los convierte en lugares con mal servicio. Si tu comida y tus bebidas llegan a tiempo, si todo está como lo pediste, no te preocupes si el por favor y gracias no está en su vocabulario. Hay que entender que son aspectos de la cultura y nosotros los latinos a veces somos muy melosos.
Cuando las cosas se ponen tensas una sonrisa siempre ayuda a relajar las cosas.