Por: Grace Navarro
El día de muertos es una de nuestras tradiciones favoritas (mía y de mi familia). Nos encanta poner altar de muertos, ofrendas y flores de cempasúchil. Pero sobre todo nos emociona enseñar a nuestros hijos las tradiciones de nuestro país y su significado.
Este fin de semana descubrimos que en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, recrearon todo el viaje a Mictlán (el lugar de los muertos para los mexicas). Así que nos lanzamos a aprender y vivir toda la experiencia de esta festividad.
El Viaje a Mictlán, es el camino (largo, intenso y espiritual) que hay que recorrer para llegar al lugar de descanso después de la muerte. Lo que hicieron en Tlatelolco es una muestra interactiva para que los niños entiendan de manera sencilla de qué trata todo este viaje.
El primer nivel es “Itzcuintlán: Lugar de los perros”, todo empieza junto a un río, donde la mascota del viajero lo espera para cruzar juntos. En la expo tienen un alebrije monumental que simula la mascota que los acompaña en el recorrido. Esta fue la favorita de mi hijo.
El nivel dos es “Tepectli Monamictlán: Lugar de los cerros que se juntan”, aquí inicia lo difícil del viaje, hay que cruzar montañas y enormes montes para poder llegar al nivel tres. En este pasaje, entras a la boca de una gran víbora.
Nivel tres, “Itztépetl: El lugar de las montañas de obsidiana”, también representado por un alebrije gigante, ya que los alebrijes son el preámbulo de la festividad de los muertos y declarados patrimonio cultural de la Ciudad de México.
El nivel cuatro, “Cehuelóyan: El lugar donde hay mucha nieve”, en este nivel había tanta nieve, hielo y rocas que los muertos perdían las pocas pertenencias que les quedaban.
El nivel cinco, “Pancuetlacalóyan: Lugar donde la gente vuela y se voltea como barandas”, esta padrísimo este nivel porque los niños pueden ingresar a una cabina donde hace viento y aire.
El nivel seis, “Temiminalóyan: El lugar donde la gente es flechada”, este fue muy divertido para mi hijo, porque escuchaba cómo las flechas volaban sobre él, también entras a una cabina y da la sensación de ser perseguido por flechas.
El nivel siete, “Teyollocualóyan: “El lugar donde te comen el corazón”, es el más terrorífico, se dice que pasaban por aquí y tenían que cuidarse de los jaguares que les comían el corazón, de esta manera les quitaban la última parte de la vida material que les quedaba y solo se quedaban con las emociones.
El nivel ocho, “Apanohualóyan: El lugar donde se tiene que cruzar el agua”, había tanta neblina que era cegadora, como no veían nada, empezaban a encontrarse con sus recuerdos de la vida y así iban sanando su alma.
El nivel nueve, el último, “Chicunahualóyan: El lugar donde debían cruzar 9 aguas”. Representado por una fuente con nueve jarrones en manos de cinco calaveras. Después de haber pasado todos estos obstáculos, el viajero alcanzaba su libertad y reflexionaba sobre su vida para ahora sí llegar al lugar de descanso después de la muerte.
Se los recomiendo infinitamente, nosotros salimos con mucho aprendizaje y nos divertimos un montón. Mi hijo todo el tiempo estuvo haciendo preguntas sobre los Mexicas, el Día de Muertos y cómo nos despedimos de lo terrenal. No se lo pierdan.
“Viaje al Mictlán” es organizado por Grupo Gayosso, junto con la Alcaldía Cuauhtémoc y estará hasta el día 2 de noviembre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.