Viajando sola

Aunque puede sonar como algo que salió de un libro de frases de superación personal, a veces el mejor compañero de viaje que puedes tener eres tu mismo. Como blogger, me la vivo viajando a todos lados, por lo que suelo tomar muchos aviones sola, algunas veces estoy horas y horas en los aeropuertos por mi cuenta tratando de ver como puedo hacer que el tiempo conmigo sea más agradable y de verdad suelo disfrutar mucho esos momentos.

Hace meses me surgió la inquietud de ir a Liverpool, soy una fiel fanática de los Beatles y quería conocer un poco más sobre su origen, pero, como era de esperarse, se lo comenté a mis amigos y a mi familia y nadie quiso acompañarme, entonces decidí que después de haber pasado una crisis existencial de un año, este era un excelente momento para viajar sola y me fui al Reino Unido, después hice una escala en Madrid y decidí terminar el viaje con unos días en Nueva York.

Antes de irme a Liverpool pase algunos días increíbles en Londres, y la verdad tengo que confesar que me daba miedo, no me asustaba que me pasara algo o que mi seguridad se viera afectada en algún momento, me daba miedo equivocarme. Tenía que tomar muchos trenes, levantarme temprano, aprender a usar el metro y me ponía nerviosa no poder hacerlo. Después de haber logrado llegar del aeropuerto a mi hotel, en metro, sin ayuda de nadie, supe que todo iba a ser una increíble aventura, y así lo fue.

Una cosa que me causaba mucho conflicto era saber quién tomaría mis fotos, obvio esperaba tener un recuerdo de los lugares que conocía pero no quería que todas mis fotos fueran selfies, así que lo más fácil fue decirle a la gente que me tomara las fotos. Yo suelo ser un poquito exigente en este tema y como muchas de mis fotos son para mi cuenta de instagram, se perfectamente como quiero que se vean, así que explicaba a las personas como quería que tomaran la foto y los resultados fueron realmente increíbles.

Otro tema un poco difícil era la comida, antes lo peor para mí era comer sola, pero con el tiempo aprendí que puede ser un gran momento para conectar contigo. Durante mi viaje no me gustaba ir a lugares con mucha gente, así que solía ir sola ir a sitios de comida rápida y por lo regular me iba a sentar a un parque a comer después.

En cuanto a la seguridad trataba de salir a horas adecuadas, alejarme de extraños y aunque soy muy distraída, cuide mis pertenencias mucho, así que no tuve problema con nada.

Lo mejor de todo el viaje fue que a pesar de que había planeado todo para estar sola, en todos mis destinos coincidí con alguien, hasta con Alan Estrada, con quien pasé unos días muy divertidos en Nueva York.

Es por eso que digo que viajar solo puede ser realmente increíble, desde despertar a la hora que quieras, comer en el momento que se te antoje, conocer aquellos lugares a los que siempre has querido ir y ver a gente que no esperabas ver, todo puede ser una experiencia única. También es importante mencionar que los errores que ocurren son propios y poco a poco aprendes a ser más responsable, y también claro, los triunfos son más emocionantes. Cuando se viaja solo, tus necesidades son lo más importante, y puedes planear algo en el último momento si así lo deseas.

Así que anímate, puedes empezar tomando una excursión de un día a un pueblo cercano para ver cómo te sientes y ya después ver si te atreves a andar un mes por Europa solo, recuerda que esta es tu vida, tienes que disfrutarla y mereces tener todas las experiencias de viaje que desees. No estoy sugiriendo que te vayas siempre de vacaciones solo, pero sería muy triste dejar de ir a un lugar que mueres por conocer sólo porque no tienes quien te acompañe o te asusta ir por tu cuenta. Así que ¡Todos a viajar!.