A partir de mayo todos los viajeros que planeen visitar Venecia deberán pagar una tarifa de 3 euros para poder ingresar a la ciudad.
A principios de este año, el alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro anunció que este año se cobraría un impuesto llamado “contributo di sbarco”, con el objetivo de pagar los servicios y darle mantenimiento a la ciudad.
A partir del 1 de enero del 2020, se modificará la tarifa, a 6 euros; sin embargo habrá días que se paguen 3, 8 o 10 euros, dependiendo del día, hora y número de visitantes. La tarifa de 3 euros se llamará bollino verde, y se cobrará cuando haya una afluencia limitada de personas; la de 8 euros se llamará bollino rosso y se cobrará cuando la afluencia de viajeros sea crítica; la tarifa de 10 euros se llamará bollino nero y se cobrará cuando haya una criticidad excepcional de viajeros.
Esta tarifa viene incluida en el costo del transporte que adquieran para llegar, es decir, en el boleto de avión, tren, autobús, taxis acuáticos y cruceros. Sin embargo, en el futuro se espera que los viajeros utilicen un sistema de reserva para que puedan pagar la tarifa por adelantado, además de que esto ayudará a los oficiales venecianos a entender mejor la llegada y salida de viajeros en un día.
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Los viajeros que pasen la noche en Venecia o adquieran la tarjeta Venezia Unica, así como los menores de 6 años, y estudiantes que toman clases en la isla, así como trabajadores que laboran en ella, estarán exentos a pagar las tarifas.
Para los que se alojen en la región del Véneto, a partir del 1 de enero del 2020 solamente pagarán el 50% de los montos establecidos, con excepción del bollino verde, el cual sí deberán pagarlo completo.
Esta decisión en parte se tomó por la enorme cantidad de visitantes diarios, ya que la mayoría recorre la ciudad en un mismo día, dejando estragos en ella, los cuales son pagados con impuestos de los locales y por los viajeros que pernoctan.
Venecia es una las ciudades más populares de Italia y está colapsando por el sobreturismo, un problema al que se están enfrentando varios lugares del mundo como Ámsterdam, Dubrovnik y Machu Picchu; incluso, desde hace unos meses en Venecia ya se controla la entrada de los viajeros diarios, en donde al llegar a un límite de visitantes, se cierra el paso e indica otras rutas para desplazarse por la ciudad.
Siempre que viajemos seamos responsables, recordemos que una buena manera de apoyar a un destino es darle su debido tiempo para recorrerlo, así ayudamos a los locales, el sitio que visitamos y nosotros aprendemos más de cada lugar.
