Por: Grace Navarro
¿Cómo nos ha cambiado la pandemia? ¿Cómo viajamos ahora? y ¿Cómo debemos cuidarnos?
Duré siete meses en cuarentena, encerrada sin salir, antes de esto valoraba tanto cada viaje, cada descubrimiento, cada nueva experiencia. Y eso dejó de ser, se detuvo en seco, no pudimos salir, no era seguro y había mucha incertidumbre, creo eso fue lo más difícil, no tener certezas, no saber que iba y va a pasar o cuando va a acabar esta locura.
He perdido mucho, aunque entiendo que soy de las afortunadas, porque he podido estar con mi familia estos meses, y cuidarnos en casa. Lo agradezco. Hay personas que no corrieron con la misma suerte. Lo lamento y lo siento mucho.
Pero la vida continua y llegó el tiempo de salir. Mis hijos lo necesitaban, nosotros lo pedíamos a gritos. Nos decidimos por viajar en coche, esa fue nuestra primera opción por seguridad. Las cosas han cambiado pero podemos aprovechar y viajar a todos los lugares que están cercanos para conocerlos o repetir destinos que nos gusten mucho.
Nosotros nos alocamos y nos fuimos manejando hasta Campeche (hicimos 14 horas de camino). Las horas se pasaron rápido porque íbamos disfrutando tanto el poder salir de casa, que nos dejamos asombrar. Valió toda la pena.
Hacer un road trip tan largo tiene sus ventajas, cruzamos cuatro estados (Puebla, Veracruz, Tabasco y Campeche). Mis hijos pudieron ver las diferencias de flora y fauna entre un estado y otro, ver la vegetación de cada lugar, paisajes increíbles, poblados distintos. Pasamos por varios ríos inmensos, puentes largos con vistas espectaculares. Todo una maravilla.
Aprovechamos para platicar durante esas horas, ir en coche, en un espacio tan pequeño, te obliga a convivir, ¡sí o sí!, nadie tiene escape. Solo está el paisaje y tus acompañantes. Momentos de reflexión en familia, también de silencios y de aprendizaje. Aprender a ser tolerante y paciente.
Lo nuevo después de la cuarentena ha sido sorprendernos de todo. Ver nuestro entorno con otros ojos. Valorar todo eso que tenemos alrededor, salir y disfrutar más. Ser responsables de nuestros actos, de nosotros mismos y nuestras comunidades.
Tenemos la oportunidad de cambiar, de salir a viajar, pero con más cuidados y de manera más empática hacia los demás y en el camino enseñar a nuestros hijos que no somos solos, somos parte de algo grande, parte del medio ambiente, del mundo, de la colectividad y hay que aprender a convivir cuidándonos unos a otros.
¡Sí! la pandemia cambio nuestra manera de viajar, pero nos abrió los ojos y ahora no podemos dar marcha atrás. Tenemos que ser mejores seres humanos y educar acorde. ¡He dicho!