Polonia es un país con una increíble riqueza en historia, arquitectura y cultura que atraen a los viajeros. Cracovia o Varsovia son quizás los destinos más populares, sin embargo sus otras ciudades y poblaciones no están exentas de magia.
Un ejemplo es Wrocław (Breslavia), una ciudad medieval con una importancia para el idioma polaco, ya que aquí fue creado el Libro de Henryków, un manuscrito que contiene las notas más antiguas conocidas en esta lengua y aquí se imprimió el primer incunable (tipo de imprenta primitivo) histórico en polaco.
Breslavia es la ciudad más grande y el centro histórico, cultural, académico y deportivo más importante del suroeste de Polonia, además de sede de una de las diócesis católicas polacas más antiguas del país (fundada en 1000).
Además, de su hermosa arquitectura tiene unos habitantes únicos que se remontan a los orígenes de la ciudad. La leyenda cuenta que cuando se comenzó a erigir Wroclaw, había en el río Öder un diablillo que les hacía la vida imposible. Ante esto, los primeros habitantes pidieron ayuda a los gnomos de la zona para combatirlo y desde entonces estos pequeños seres conviven en armonía con los humanos.
Este mágico escenario era ideal para las autoridades de la ciudad, quienes atendiendo a uno de sus cuentos más antiguos, colocaron a partir del 2001 pequeñas esculturas de duendes por diferentes rincones.
Actualmente se pueden encontrar alrededor de 180 y buscarlos es una divertida actividad para los visitantes, quienes hasta pueden adquirir un mapa de gnomos para que no perderse ninguna escultura.
Entre los lugares donde es posible ver a estos pequeños habitantes de Wroclaw, se encuentra el un antiguo ayuntamiento medieval, la iglesia de Santa Isabel, la plaza de la Sal y la Universidad de Wroclaw, entre otros.