Hoy en día tomar un vuelo suele ser de lo más normal para muchos pero muy estresante para otros. Para algunos, volar es simplemente una molestia, gracias a las altas tarifas, los retrasos en los vuelos y la pérdida de equipaje. Pero para otros viajeros, volar es más que un simple inconveniente; es horrible. Hay personas que sufren mucho al subirse a un avión y que, ya sea por trabajo o necesidad, tienen que hacerlo forzosamente.
Lo primero que tienes que tomar en cuenta es que existen diferentes tipos de miedo, puede ser el miedo a las alturas, ansiedad por volar o peor aún claustrofobia (miedo a estar en lugares pequeños) por eso es importante identificarlo por qué así será más fácil trabajar en él.
Existen algunos consejos básicos para poder mantener la calma en el aire y hoy quiero compartirlos contigo. En realidad no importa cual sea la causa de tu miedo a volar, hay ciertos pasos que puedes seguir para ayudar a aliviar tus temores:
Antes del vuelo:
- Toma las medidas necesarias para mantenerte lo más calmado posible, esto puede llegar a ser muy personal, puede ser desde llamar a tus padres o algún familiar, hasta leer o rezar. El punto es subirte tranquilo al avión.
- Evita la cafeína, aunque muchas veces tomamos bebidas con cafeína, trata de evitarlas porque suelen tener un efecto en el sistema nervioso en personas propensas a la ansiedad.
- No te saltes ninguna comida, de esta manera las que las probabilidades de que llegue un ataque de ansiedad por hambre disminuyen. Recuerda que lo que se está buscando es que es que estés tranquilo en todo momento.
- Intenta llegar aseado y descansado al aeropuerto. Este es un punto súper importante porque si llegas limpio y con ropa cómoda puedes en algún punto llegar a disfrutar de tu vuelo, sin estar fastidiado deseando que termine.
- Evita el alcohol. Si ya evitamos la cafeína el alcohol también está en la lista. Puede llegar a parecer buena idea tomar unos tragos para calmar los nervios pero en realidad no lo es. Inicialmente actuará como un sedante, pero después te pueden volver más intolerante.
Durante el vuelo:
- Reconoce tu miedo. Acepta que tienes miedo y que tienes que pasar por esto. Piensa en todos los pros que te dará ese vuelo y sé consciente de lo que pierdes si no estás en él. Date cuenta de todo lo que ganas tranquilizándote. Tu pasión es más fuerte que el miedo.
- Comunica a la tripulación. Informarles puede ser un punto a tu favor porque ellos tienen técnicas y soluciones para esta situación que te pueden proporcionar en todo momento.
- Elige bien tu asiento. Si tu miedo es a las alturas mantente alejado de las ventanas y busca una zona que sea la más cómoda para ti. A excepción del despegue, aterrizaje y los momentos de turbulencia que puedan llegar a presentarse, el vuelo puede llegar a ser imperceptible, así que engaña a tu mente.
- Busca una forma de entretenimiento a bordo. Mantenerse distraído es algo que hay que tomar en cuenta porque de esta manera no estarás pensando que estás en un avión y en las cosas que podrían llegar a pasar. Pasa tu tiempo pensando en algo más.
- Duerme: Así sea un vuelo muy corto dormir siempre ayudará a hacer las cosas más fáciles, puedes optar por llevar tapones de oídos, un antifaz y disfruta el momento.
- Medita: Otra forma de tranquilizarse mientras volamos es aprender una buena técnica de respiración, que involucre la meditación para invocar la calma con la mente y el cuerpo.
Por último:
- Recuerda que volar es seguro. Cada día en el cielo vuelan más de ocho millones de personas y estadísticamente estás utilizando lo que es, con mucho, la forma más segura de transporte. Deja atrás el miedo a que algo va a pasar, sí se puede te lo dice alguien que ya pasó por esto y lo logró.
¡Disfruta tu viaje!