Colaboraciones

Mi odisea invernal en Whistler Canadá

Hola bandita, pues aprovechando que acaba de ser el 14 de febrero les quiero compartir un viaje que hice el mes pasado con mi novio Santiago a Whistler Canadá. 

Les incluyo recomendaciones de actividades, comida -Gordos por el Mundo- y hospedaje; además de información útil sobre viajar a Canadá en Pandemia. 

Día 1: Migración Pandémica.

Al llegar al aeropuerto, además de tener listo tu pre registro en la app de ArriveCAN vacunación completa, pruebas PCR negativas o positiva (de más de 10 días y hasta 180 previo al vuelo) y plan de cuarentena, te harán una prueba gratuita -y obligatoria- a tu llegada.

Si te dan un kit te tienes que ir a tu hotel, realizarlo y alguien viene a recogerlo, y si no es mejor que te hagan el test en el aeropuerto, y te vas a encerrar a tu hotel hasta que te den el resultado (24-72 horas) ¡No puedes salir hasta que te entreguen el resultado! Si sales negativo eres libre y si no, tienes que hacer cuarentena en Canadá a cargo tuyo. 

En fin, después de pasar migración canadiense y control sanitario, la gente de Dominion Tours () nos recogió en el Aeropuerto Internacional de Vancouver y tomamos su carretera escénica a un costado del mar. 

La lluvia y la neblina -el río atmosférico- impedía la visibilidad pero volvía la belleza del camino aún más mística y misteriosa. Entre pinos y nevadas -del mar al cielo- llegamos después de dos horas -ya de noche- a nuestro destino final: el centro de ski más importante de Norteamérica, la “marmota silbante”: Whistler.

Nos hospedamos por 3 noches en el mágico hotel Nita Lake Lodge, sumamente hogareño y frente a un prístino lago de agua glaciar (congelado durante el invierno). 


Día 2: El feliz encierro.

El siguiente día estuvimos aislados en la habitación esperando nuestros resultados del test COVID, pero no la pasamos nada mal; desayunamos en el cuarto unas delicias del Fix Café y tomamos vino sentados en nuestro balcón viendo el lago congelado, y las montañas aparecer y desaparecer con la neblina ártica. 


Nuestra libertad llegó por correo electrónico en la noche -por ahí de las 9 pm- así que preparamos toda nuestra ropa para el día siguiente: los térmicos, los pantalones para nieve y las chamarras pesadas; y bajamos a cenar al Cure Lounge & Patio para celebrar nuestra liberación “covidiana”. 


Día 3: La nieve en el corazón. 

Alrededor de las 7.30 de la mañana tomamos el shuttle desde el Nita Lake Lodge  hasta el “pueblo” olímpico de Whistler Village. Nos tomamos un cafecito a los pies de la montaña, dimos un paseito breve y cuando abrieron la tienda Salomon fuimos a rentar nuestro equipo para nuestra jornada en Whistler Blackcomb Yo haría ski -que algo de práctica ya tengo- y Santiago haría snowboard por primera vez. 

Una vez equipados, nos montamos en la Góndola de Whistler Mountain. Santiago y su instructor James bajaron antes -en la zona de principiantes- y yo y mi instructor Claudi continuamos hasta llegar por encima de las nubes a 1800 metros. Esquiar es como andar en bici, no importa si dejas de hacerlo por años nunca se olvida y a pesar de que al principio me sentía algo tieso, poco a poco me fui soltando hasta deslizarme suavemente con la gracia de un hipopótamo sobre el hielo jajaja (pero sin caerme). 

A medio día fuimos a buscar a Santiago y me impresionó lo bueno que se había vuelto en tan poco tiempo, y juntos los 4 nos fuimos por un lunch en La Brasserie  para luego volver a las pistas de nieve. 


Esta vez, Claudi y yo montamos la Góndola de Blackcomb Mountain hasta la cima, y de ahí la bajamos toda, siguiendo pistas azules y verdes. La nieve era perfecta; y aunque yo siempre traigo el miedo latente de morir estrellado en un pino, la verdad es que es una experiencia única y extraordinaria. 


Al final me reuní nuevamente con Santiago y nos fuimos de vuelta al Nita Lake Lodge para dar un paseo alrededor del lago congelado. El precoz atardecer comenzaba a caer ¡eran apenas las 4 de la tarde! – y la luz cálida que se filtraba entre los picos de las montañas y de las coníferas era hermosa. 

Continuamos con nuestro paseo acompañados de otros viajeros, runners y perritos hasta que nos alcanzó la noche y dimos marcha atrás. Nos comimos nuestra canasta de charcutería de Picnic Whistler.

y todos gordos nos fuimos a Vallea Lumina una experiencia nocturna en el bosque con música electro folk, brillantes neones y árboles cantores. 


Mientras esperábamos el shuttle de vuelta nos calentamos los pies en una fogata y finalmente alrededor de las 8 pm nos reunimos con nuestra amiga Tania para cenar juntos en otro de los restaurantes del hotel: Winter Den.


Día 4: El vuelo entre montañas.

Las suaves cobijas no nos dejaban levantarnos de la cama -nos sentíamos osos negros hibernando- pero era nuestro último día en #Whistler y había que aprovecharlo. 

Desayunamos nuevamente en el Fix Café y después nos dirigimos al multi premiado spa del Nita Lake Lodge. Tras una sesión de masaje y un chapuzón en las tinas de hidromasaje, nos acostamos en el cuarto de relajación. 

Una vez listos, tomamos el shuttle para ir al pueblo y tomamos la góndola de Whistler para subir a la cima. Para los que no hacen ski o snowboard hay varias actividades que pueden realizar para disfrutar de la nieve y de las espectaculares vistas. 

Nosotros elegimos hacer el Peak 2 Peak y volamos en una góndola desde la montaña de Whistler hasta la montaña de Blackcomb. El vehículo se desliza a lo largo de un cable y atraviesas un valle enmarcado por las densas nubes y los pinos nevados. 


De vuelta al pueblo, fuimos a comer y volvimos al hotel para el check out. No nos queríamos ir -nos enamoramos de este lugar- pero nuestro viaje era breve y era tiempo de continuar. 

La gente de Dominion Tours pasó por nosotros y tras dos paradas estratégicas -una en un mirador de Squamish y la otra en un Tim Hortons obviamente- llegamos a Vancouver directamente a cenar. En mi próxima colaboración les hablaré de esta ciudad. 

Para toda la información con respecto a viajar a Canadá en época pandémica, les dejo estas stories destacadas (actualizadas a enero 2022): https://www.instagram.com/s/aGlnaGxpZ2h0OjE3ODY1NTU0NTQwNjYxNjcx?utm_medium=copy_link

Sin embargo, les recomiendo que antes de viajar chequen siempre la página oficial del gobierno canadiense: https://travel.gc.ca/travel-covid

Manu Espinosa

Manuel Espinosa Nevraumont, mejor conocido en redes sociales como @manumanuti es creador de contenido especializado en turismo. Documenta sus viajes a través de sus crónicas, fotos y videos, en México y en todo el mundo, con un especial interés por proyectos relacionados con turismo comunitario y ambiental. Ha trabajado con diferentes oficinas de turismo nacionales e internacionales. En 2017 creó junto con Alan por el Mundo la cuenta foodie de Instagram @gordosxelmundo para compartir experiencias gastronómicas durante sus viajes.