Por: Patricia del Carmen Magdaleno Morales
Mi familia, es decir mi esposo, mi niño de 8 años y yo, fuimos a la costa de Chiapas, Chocohuital, Pijijiapan.
Fuimos para un evento cultural en donde participamos como bailarines y una marcha contra el cáncer de mama.
Todo estuvo padre y emocionante, y más cuando nos tocó ir a disfrutar de la playa. Cuando amaneció nos dispusimos para ir a conocer, pasamos a desayunar algo ligero para llegar a nuestro destino.
Primero teníamos que cruzar el mar muerto, zona de manglares, dimos un paseo en lancha, en donde conocimos y aprendimos sobre los manglares de Chocohuital, la misma gente que habita esta costa los cuida porque para ellos es su protección contra huracanes o algún otro evento de la naturaleza.
Seguimos recorriendo hasta que nos llevaron a la Playa Azul, creo que así se llama, donde tienen un criadero de tortugas. Nos dijeron que si teníamos suerte nos tocaría librar tortugas marinas, y qué creen ¡sí nos tocó liberar!
Justo llegando nosotros ya llevaban las tortugas y éramos los únicos en ese lugar para liberarlas, mi niño se emocionó mucho, brincaba, cantaba de emoción, hasta porras les echaba a las tortuguitas. Muy padre la liberación de estas criaturas especiales que solo las dejaron en la arena y solitas se iban al mar.
No queríamos irnos de ahí, pero no nos podíamos quedar, así que decidimos seguir. De regreso para cruzar al mar, llegando a la playa había muchas conchitas y nos pusimos a caminar y descansar en la playa.
Como saben, el mar a veces está tranquilo y a veces llegan olas grandes, por lo que a mi esposo le tocó recibir una. Mientras estaba acostado en la arena le llegó una muy fuerte que lo revolcó, le entró agua en la nariz y un monto de arena en el oído, que dos meses después aún seguía saliéndole arena de su oído, fue tan gracioso que en el camino aún nos seguíamos riendo.
Tocó la hora de regresarnos. Tristes de regresar a casa pero felices por haber conocido y liberar tortugas. Cuando nos despedimos nos invitaron al festival de aves martinicas, es un momento de avistamiento de aves de muchas especies que se ve en ese lado de Chocohuital; esperamos ir porque nos dicen que será muy hermoso, habrá campamentos, pesca, avistamiento, visita a cocodrilos. ¡Esperamos regresar nuevamente!