Muchas personas consideran que viajar es muy complicado o sólo para los muy afortunados y en Alan por el Mundo siempre hemos proclamado que basta con cumplir con las tres P: plata, pasaporte y pasaje.
Y en esta historia, aunque no lo crean el protagonista tenía cada uno de los requisitos, sin embargo, había un pequeño problema: murió hace más de 3 mil años y ¡es una momia!
Uno de los faraones más recordados y mejor conservados de la historia es la momia de Ramsés II, la cual fue descubierta en 1881 y se conservaba en el Museo Egipcio de El Cairo, pero debido a las condiciones de la sala los restos se fueron deteriorando amenazando su preservación.
Tras diversos estudios, se concluyó que los problemas de hongos que presentaba podían tratarse en Francia y la momia debía ser trasladada a ese país, sin embargo, a Francia no podía entrar nadie sin pasaporte, estuviese vivo o muerto, por lo que tuvieron que tramitarle uno.
Aunque no hay un registro de cómo habría sido este documento, en 2018 se viralizó una imagen realizada por el arqueólogo David S. Anderson a través de su cuenta de Twitter.
Y como no podía ser de otra forma, la la momia fue recibida por la Secretaría de Estado para las Universidades, Alice Saunter-Seite, y un destacamento del ejército como un jefe de Estado.