Por: Oscar Paz Rodríguez
Hola, mi nombre es Oscar y soy de Guatemala. Recién el año pasado cumplí 10 años en viajes.
Como todo el mundo yo creía que el que viajaba, tenía mucho dinero, o era una clase privilegiada, pero poco a poco empecé a atreverme a cumplir mis sueños de visitar lugares de interés.
Me movía mi cariño y admiración por la cultura maya, así que visité el norte de mi país, luego Honduras y El Salvador (en excursiones), solamente ruinas mayas, pero había algo más. Yo soy amante del arte prehispánico, arte en general, arquitectura y sabia en mi corazón que debía hacer algo.
Y el gran salto lo di en 2014, en avión y solo, a CDMX. Estuve una semana, me dio miedo, todo lo tuve que armar yo, pero resultó la gran experiencia viajera; todos los días elegí qué hacer.
La Basílica de Guadalupe junto con Templo Mayor y La Catedral, luego Monumento a la Revolución, Torre latinoamericana, Teotihuacan. Era un sueño hecho realidad, y esto me impulsó a lo que siguió.
El año siguiente volví a México solo, pero a Yucatán, donde visité Mérida, las ruinas de Uxmal y mi primera Maravilla del Mundo: Chichen Itzá.
La chispa viajera ya se había encendido y era imposible apagarla; habia comprendido que era posible viajar con poco presupuesto, en hostales y haciéndose la comida, lo aprendí de unos amigos viajeros.
En 2016 pude visitar Perú, Lima y Machu Picchu (mi segunda Maravilla visitada).
En 2018 volví a Honduras por mi cuenta; y a finales del año di el salto al otro lado del Atlántico: España, Portugal e Italia.
En España tuve fascitis plantar por un problema del calzado (uno aprende de los errores que comete) y en Italia perdí mi pasaporte en los Museos Vaticanos, pero gracias a Dios lo pude recuperar con ayuda del personal del museo.
En Italia conocí mi tercera Maravilla del Mundo (El Coliseo).
En 2019 visité Brasil (Rio de Janeiro, Foz de Iguazu) y también cruce a Argentina a Misiones (donde pude ver la maravilla natural de las Cataratas del Iguazú. Y en Río mi cuarta Maravilla del mundo: El Cristo Redentor.
Vino la pandemia de 2020 que cerró fronteras. Y en dicho año tuve un serio accidente que me costó recuperarme.
A finales de 2021 aún con miedo por el virus volví a salir, a un país cercano pero muy hermoso, Costa Rica, cuya naturaleza deslumbra a todo aquel que lo visita.
Y en 2022 aunque tuve una recaída por el serio problema de la columna que tenía; me pude recuperar y volví a recuperar en cierto modo el ritmo de viajes antes de la pandemia. Esta vez fui a dos destinos: Colombia y Panamá.
En Colombia visité Medellín y Cartagena, y en Panamá, la ciudad y el casco antiguo.
Yo soy amante de la arquitectura, las artes, la naturaleza, y por eso busco esos destinos.
Alan por el mundo me ha servido como fuente de inspiración para animarme a realizar mis sueños viajeros; yo ni siquiera hubiera pensado antes en llegar a esos destinos y tenía muchos prejuicios sobre los viajes (para gente rica, etc) pero la experiencia, hace la diferencia.
Gracias a todo el staff de Alan por el Mundo por mostrarnos que sí es posible realizar nuestros sueños. Saludos.