Las papas fritas se preparan cortándose en rodajas o bastones y friéndolas en aceite caliente hasta que queden doradas y se sazonan con sal.
De camino, para llevar o en la mesa, las papas fritas son una delicia para los viajeros de todo el mundo, pero ¿dónde nació este suculento platillo?
Existen dos naciones europeas que se disputan la invención de este platillo:
Francia:
Si en el nombre se lleva la penitencia, las también llamadas “papas a la francesa” le darían el triunfo a la nación de la “Libertad, igualdad y fraternidad”, pero según los datos más antiguos a finales del siglo XVIII sobre el Pont Neuf de París se instalaban vendedores que preparaban a la vista de las personas las papas.
Bélgica:
Para los belgas, las papas fritas son uno de sus platillos típicos y su tradición afirma que nacieron en Namur, una región francófona del país, en el siglo XVII.
Los habitantes de la ciudad eran aficionados al pescado frito y durante una helada del río Mosa, lo habrían sustituido por papas. Esta teoría le darás el gane, pero sus detractores afirman que la grasa era muy cara en esa época para gastarla en freír.
La evidencia escrita más antigua de las papas fritas se encuentra en una guía belga llamada Traité d’économie domestique et d ‘hygiène (Tratado de Economía e Higiene Doméstica) del siglo XX, sin embargo para ese siglo ya era muy conocido el platillo en toda la región.
En la actualidad, podemos disfrutar de unas buenas papas fritas frente a la torre Eiffel o caminando por las calles de Bruselas y para nosotros los #GordosPorElMundo lo de menos es quién las inventó, ¡muchas gracias!