Ámsterdam es una de las ciudades más populares entre los viajeros que visitan el viejo continente, lo que ha ocasionado sobreturismo e inconformidad por parte de los locales. Por lo que el próximo año, la ciudad aumentará su impuesto turístico, haciendo que se convierta en uno de los destinos con las tarifas turísticas más altas del viejo continente.
El aumento del impuesto será del 5.5%, lo que significa que los viajeros, en total, pagarán 12.5% de impuesto turístico en 2024, y se aplicará a quienes pernocten en hoteles, alquileres a corto plazo o casas de huéspedes y a quienes procedan de cruceros.
Las autoridades decidieron tomar esta medida para hacer frente al desgaste del patrimonio de la ciudad y que no solo quede en manos de los impuestos de los locales.
En 2022, Ámsterdam recibió a 17 millones de viajeros, y se prevé que en 2023 crezca a 20 millones; mientras que la población de la ciudad es de casi 900 mil habitantes.
De acuerdo con el gobierno de la ciudad, los ingresos adicionales de este aumento se invertirán en vecindarios y distritos donde la necesidad es mayor. Los fondos abordarán los desafíos locales, apoyarán los espacios verdes y recreativos, y apoyarán recursos comunitarios como los centros juveniles.
El vicealcalde de finanzas de Ámsterdam, Hester van Buren, destacó que los residentes ya están luchando contra la inflación, por lo que el próximo año el aumento de impuestos no afectará a los locales, sino que se dirigirá solo a los turistas.
“Por lo tanto, los visitantes ayudarán a pagar a la ciudad para llevar a cabo sus tareas”, dice Van Buren. “Esto nos permite abordar las consecuencias del exceso de turismo y dirigir recursos adicionales para mantener las calles limpias y resolver problemas agudos en los vecindarios y distritos”.
Los impuestos turísticos son algo ya común en las ciudades europeas, y Ámsterdam lo cobra como una tarifa plana por día, y como un porcentaje del costo del alojamiento que generalmente se paga a la llegada de cada viajero a su hospedaje.
