Hace unos días se colocó la última pieza escultórica de la torre que representa al evangelista Juan, de la Sagrada Familia, marcando así el fin de la construcción de las torres de los cuatro evangelistas.
A través de su cuenta de Facebook, la Sagrada Familia anunció este hito y señaló que muy pronto se realizaría un evento para conmemorar este gran reto, pues desde 1882 comenzó la edificación de este recinto y con la conclusión de esta torre está cada vez más cerca el término de la construcción.
Las cuatro torres evangelistas miden 135 metros de altura.
El 12 de noviembre se llevará a cabo una misa de inauguración en la que se iluminarán las cuatro torres de los evangelistas, las cuales permanecerán encendidas hasta Navidad.
Además, durante el mes de noviembre, la ciudad de Barcelona celebrará varios eventos culturales gratuitos para conmemorar este gran hito arquitectónico. Habrá conciertos, eventos para niños y los tradicionales castells (torres humanas).
A finales de 2021, se colocó una estrella de 12 puntas en la parte superior de la torre de la Vírgen María, de 138 metros de altura, para marcar su finalización.
Por ahora, solo queda concluir una torre, la que representa a Jesucristo; ésta medirá 172.5 metros de altura y tendrá una cruz de cuatro brazos de 17 metros de altura en la parte superior.
Se prevé que la construcción de la Sagrada Familia concluya en 2026 para conmemorar el centenario de la muerte de Gaudí. Al término de su edificación, será la iglesia más alta del mundo.
La Sagrada Familia fue diseñada por Gaudi y destaca por ser un ejemplo del modernismo catalán. Cuando Gaudi murió, solo se había construido entre el 10% y 15% del proyecto, el cual incluía un crucero, una cripta y parte del muro del ábside.
Durante la Guerra Civil española, la construcción de la Sagrada Familia fue interrumpida y la mayoría de los diseños y maquetas de Gaudí fueron destruidos, por lo que los diseños actuales se basan en el material que sobrevivió y en reconstrucciones, así como adaptaciones del original.
En 1984 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en 2010 fue consagrada por el papa Benedicto XVI para el culto religioso.
