Por: Angélica Hernández
Hace prácticamente un año que cambiamos temporalmente nuestra residencia del Puerto de Veracruz a Hong Kong, esto derivado de un proyecto al que asignaron a mi esposo en su trabajo.
La experiencia ha sido estupenda, un cambio radical ya que estábamos acostumbrados a una ciudad pequeña como el puerto y pasamos a una ciudad enorme, cosmopolita, opulente, con costumbres totalmente diferentes.
A mi esposo y a mí nos gusta mucho viajar, pero venir hasta acá no estuvo nunca en nuestros planes, así que estar en HK ha sido como estar cada fin de semana de vacaciones, por supuesto que antes de llegar vi los videos de Alan para saber por dónde empezar e iniciamos conociendo todos los lugares turísticos que se mencionan de 1era mano en Google, pero ya una vez que visitamos todos esos lugares que se deben visitar sí o sí, empezamos a buscar esos rincones que no son tan populares y que igual vale la pena conocer.
Muchos me han gustado, otros no tanto, mis favoritos son el Sik Sik Yuen Temple ubicado en Wong Tai Sin, en la Isla de Kowloon y el Santuario a Kwun Yam y Tin Hau ubicado en Repulse Bay, al sur de la Isla de Hong Kong , este último me gustó que está en la Playa, así que fue matar dos pájaros de un tiro, conocer una playa importante y, además, visitar un templo lleno de color.
De los lugares populares, mi favorito fue visitar el Giant Buddha ubicado en la Isla Lantau, llegar en un teleférico enorme y ver esa extraordinaria estatua fue maravilloso.
Pero en realidad lo que más he disfrutado es la vista que tengo desde mi ventana, por fortuna nos toca vivir en un Condo-Hotel ubicado sobre el Tsim Sha Tsui Promenade, que si bien es cierto no está justo en la zona más turística (ésta está muy cerca), también la vista al Mar de China Meridional es fantástica y lo mejor de todo es que he tenido y tengo la oportunidad de verla a diario y de esta forma, ver de cerca la luna reflejada en el mar, el cielo color azul y muchas veces, los cambios de clima que suelen ser muy contrastantes, a veces está despejado y de la nada cae una neblina tan densa al grado de no ver más que nubes.
Pero no todo ha sido perfecto, iniciando porque llegamos cuando para HK aún había muchas restricciones por pandemia, estuvimos en cuarentena 14 días que fueron de volvernos locos por el encierro total, literalmente no podíamos ni siquiera salir al pasillo del hotel en el que nos hospedamos de una lista enorme de hoteles que el gobierno designó como de cuarentena y claro, teníamos que adaptarnos a la comida que ahí nos daban y ese sí que fue un problema, salir del país de la masa, grasita, sal y limón y llegar al país del arroz, verduras y cosas sin sabor, créanme que sí que fue un martirio.
A la fecha no hemos superado eso de la comida china, no podemos de plano con algunos platillos y entonces decidimos conocer los restaurantes de comida mexicana, para decidir cuál es el mejor. Hemos ido a todos los que hemos encontrado y 2 son nuestros favoritos, “Verde Mar” que es un pequeño restaurant donde el Chef Eligio es de Nayarit y la comida que hace es buenísima, con un sabor casero de 10 y por otro lado, “Pablo” que es un restaurant más gourmet, ubicado en Tsim Sha Tsui donde hay otros restaurantes de buena categoría, amé poder comer ahí un Chile en Nogada el 16 de septiembre, muy buen ambiente y ¡la comida aún mejor!
Otro punto que nos costó trabajo, fue el transporte, pero no el cómo movernos aquí, ya que el MTR con su “Octupus Card” es fabuloso, todas las estaciones y líneas que tiene hace que andar de un lado a otro sea sumamente fácil, además de que las instalaciones son limpias y con señalización perfecta, así que no hay forma de perderse, lo difícil fue acostumbrarnos a caminar y caminar y caminar, sobre todo en este verano en donde la humedad pegó a más de 40 grados y con cubrebocas, cuando estábamos acostumbrados a andar en auto siempre en Veracruz.
El idioma es cosa aparte, literalmente, aprender chino ¡¡está en chino!!, así que nos defendemos con el inglés, sobretodo yo que hablo lo estrictamente indispensable
En fin, no alargo más este relato y solo los invito a venir, a conocer esta gran ciudad ahora que ya afortunadamente está de vuelta para el turismo, aún usamos cubrebocas de forma obligatoria, inclusive en espacios abiertos, pero ya no hay cuarentena y para llegar solo necesitas estar vacunado y una prueba rápida de antígenos de Covid en negativo.
Está muy lejos de nuestro país, el vuelo es muy largo y es una ciudad cara, lo sé, pero de verdad que vale 1000% la pena, así que solo me queda agradecer al universo y a Dios por esta oportunidad que nos dio.
¡Saludos desde HK! সহ
Atte.
Angélica Hernández