Autor: Gabriel Martínez
Hola, me llamo Gabriel Martinez, soy peruano, de Talara, al norte. Tengo 18 años y tenido la suerte de haber conocido varios lugares de mi país, es maravilloso conocer un poco más de tu tierra y darte cuenta de la gran variedad de culturas y razas que posee.
El lugar donde vivo es conocido por sus playas, turistas llegan a practicar el surf y muchas veces uno ni toma mucha importancia de todas las maravillas que hay a la vuelta de la esquina, no fue hasta octubre del 2011 que me di cuenta de eso.
Llegó el día del viaje de promoción, viaje que se hace por estar en útimo año de secundaria, todos estábamos emocionados, la primera parada fue ICA, ahí visitamos las Islas Ballestas, viajas en unas lanchas a toda velocidad, es impresionante y emocionante, media hora mar a dentro llegas a las Islas Ballestas, ahí vimos muchos lobos marinos y conocimos el famoso CANDELABRO. Fuimos a la laguna de la Huacachina, que es un oasis en medio de dunas, mismo desierto del Sahara.
Siguiente parada AREQUIPA, visitamos el convento de Santa Catalina, recuerdo que estaban grabando una película en aquel convento, hasta el momento es la ciudad más hermosa que he visto, se podía ver el volcán Misti desde cada esquina de la ciudad.
Luego partimos a la ciudad de PUNO, las madres compraban hojas de coca , bebidas energéticas a base de hoja de coca, caramelos de hoja de coca, todo para que no nos de “SOROCHE” (mal de las alturas). Todo en vano porque ni bien pusimos un pie en Puno parecíamos unos zombies, pero al fin y al cabo todo ese malestar vale la pena. Tomamos una lancha y partimos a las islas de los Uros en el lago Titicaca, es impresionante como la gente construye sus propias islas y sus viviendas, la gente te recibe con los brazos abiertos, dispuestos a contarte toda su historia. El regreso fue lo peor, no podíamos mover ni un dedo, la cabeza nos estallaba!
Esa noche partimos al fin a la ciudad de Cusco, el “destino principal” , al llegar todos nuestros males se fueron, se sentía un aire puro, el cielo se veía tan cerca de la tierra, unos paisajes mágicos, nunca había visto algo igual.
Visitamos el templo de Coricancha, el Valle Sagrado, la fortaleza de Sacsayhuaman y el principal atractivo turístico, MACHU PICCHU!
El viaje es de 2 horas de la ciudad a la estación del tren, nosotros viajamos en un tren turístico, pero también hay la opción de viajar en el tren del pueblo. Después de 2 horas de viaje en tren llegamos a AGUAS CALIENTES, ahí tomamos unos buses hacia Machu Picchu, la subida es un poco traumática, mientras vas subiendo vas viendo el tren como se convierte en una hormiga.
En bus te deja en una entrada, de ahí todo el recorrido es a pie, son mas o menos unos 15 minutos hasta que por fin, entre las plantas vas viendo como se asoma la impresionante ciudadela inca.
Recuerdo que cuando era más chico visité varios lugares del país y que ni les tomaba importancia, el viaje de promoción me cambió la manera de ver las cosas, de sorprenderme a cada momento, de mirar todos los días el atardecer y sentir la misma emoción como si fuera la primera vez que lo viera. Sin duda el viaje de mi vida (hasta el momento).