Dicen que Disney es “the happiest place on earth”. Y sí, ¡es el lugar más feliz del mundo para todos!
Menos para los papás.
Ahora que estuve en LA me fui a Disney California Adventure, un Disney bien padre. No es el Disney con Space Mountain y los Piratas del Caribe pero tiene una montañota rusa bien intensa y un paseo de la Sirenita que sirve para descansar los pies y ver a Ursula en tamaño real.
Bueno, el punto es que esta vez fue la primera vez que fui a Disney como adulto. O sea, en el pasado, cuando iba a Disney, siempre iba con mis papás y de lo único que me encargaba yo era de exigir unas orejas de Mickey y hacer berrinche porque no quería subirme a los Piratas del Caribe porque me daban miedo (entiendo que lo que les acabo de confesar puede tener repercusiones en mi vida actual pero pues quien me manda a compartir intimidades en mi blog).
Ir a Disney en adulto implica lo siguiente: boleto de avión, hospedaje, comidas, transporte, entradas, souvenirs, alimentos, propinas, orejas de Mickey y/o Minnie, helado de vainilla doble, café (porque uno ya no aguanta todo el día de jalón sin una ayudadita), una copita inocente de vino y cualquier otro imprevisto que pueda llegar a existir.
Ahora multipliquen eso por 5. Mamá, papá, hermano, hermana y yo. O sea, según yo, mis papás eran Duques de la realeza cuando yo era niño porque NO MAMEN lo caro que sale. Yo me acongojé cuando ví que la entrada costaba $120 pesos de dólar. Ahora pagar eso más todos los gastos que ya les conté mínimo una vez al año pos si esta muy cabrón.
“Ay David, por favor, es Disney, ¡el lugar mas feliz del mundo! Por supuesto que lo vale!” seguro pensarán ustedes. Por supuesto que lo es y ¡por supuesto que lo vale! Pero yo nomás digo que Mickey le podría bajar unos cuantos dólares al precio de su entrada para que los pobres también podamos disfrutar del lugar más feliz del mundo un poquito más seguido en lugar de cada 10 años.
Lo que si es que una vez que te pones en el mindset de que estas en Disney y que en el lugar más feliz del mundo todo es tres veces más caro, la puedes pasar increíble. Cuando pagas $15 dólares por un hot-dog definitivamente es el hot dog más feliz que vas a comer en tu vida. Aunque sepa a guano. Lo hizo Mickey y te callas.
Los que trabajan en Disney también están muy felices. Todo el tiempo te sonríen. Todo el tiempo están de buenas. Siempre te hablan en una voz suave como si fueran angelitos diciéndote donde queda el baño más cercano. Estoy seguro que les ponen litio en el jugo del desayuno a todos. Yo sería feliz también.
Little known fact: la gente que trabaja en Disney tiene prohibido apuntar con un dedo, siempre lo va a hacer con dos o mas dedos. Walt Disney decía que apuntar con un dedo era señal autoritativa de autoridad. #niagradezcan
Ahora que ya acabé de decirles lo caro que es Disney les voy a contar que #cuandoviviaenNY los maestros siempre me decían que yo debería de conseguir un summer job en Disney y ser Aladino. Y ahorita me metí a ver el show de Aladino y el cabrón vuela por los techos del teatro. Y pues nada, me ardí.
También vi a Woody.
A mi me encantan las montañas rusas. Las amo. Me podría pasar un día entero sin bajarme de una más que para hacer pipí y comerme un hot dog de $15 dólares y subirme otra vez y seguir dando vueltas.
Mi recomendación es que ahorren el tiempo que sea necesario y se organicen un viaje a Disney con sus amigos o su familia o sus hijos o su movida o váyanse solos y allá hacen amigos. Como sea, Disney en serio que es the happiest place on Earth!!! (después del bar).
Y si sus papás alguna vez los llevaron a Disney, en este momento agarran el teléfono y hablénles para darles las gracias y decirles cuanto los aman y aprecian el sacrificio, porque estoy seguro que fue una chinga monetaria y física para ellos.
Bye, bye!
*historia basada en el 20% de realidad, el 80% restante me lo inventé en mi cabeza.