Por: Christian Garcia
Soy Christian Garcia, tengo 20 años y desde niño he sido un gran apasionado del futbol, en especial del FC Barcelona. Ese siempre había sido mi máximo sueño, ver jugar al Barcelona. Al estar decidido para cumplirlo, comenzó la búsqueda del vuelo, el cual pedí a mi papá que me apoyara económicamente para poder solventar el viaje. Después de muchas búsquedas encontré el vuelo y lo compré. El sueño estaba cerca de cumplirse. Al ser un viaje largo, para que valiera la pena, decidí que serían 3 semanas, en donde además de visitar España, también conocería Italia y Francia.
Al contar lo que estaría por hacer, a las demás personas, me preguntaban que si no tenía miedo de irme solo a otro continente con tan solo 20 años, estar a 10 000 kilómetros de distancia y donde desconocía el idioma; al principio sí sentía un poco de temor, pero si vivimos con miedo jamás podremos cumplir nuestras metas. Así que empecé a crear la ruta e investigar a fondo acerca de esos países, la forma de transportarse, las costumbres, palabras más usadas, etc.
El tiempo pasó muy rápido y había llegado el día que tanto había esperado. La primer ciudad a la que llegué fue Barcelona y quedé maravillado con su belleza, con todos sus edificios de casi la misma altura en toda la ciudad, su increíble gastronomía y sitios para visitar y lo más importante, hogar del club que tanto he admirado. Al día siguiente era el partido, no podía creer que conocería a los jugadores que tanto he admirado. ¡Fue una experiencia única! Siguieron dos días más en Barcelona, en donde me llevé un muy grato recuerdo de ella.
La siguiente parada sería Lyon, Francia, una ciudad chiquita pero bastante bonita, el día que llegué la temperatura estaba a -7 grados centígrados, el día más frío de mi vida, pero nada me detuvo a recorrer sus bellas calles. De ahí seguiría Italia, en donde visitaría Milán, Venecia, Florencia y la imponente Roma. En Italia, al ser un país con muchos turistas, no tuve problema alguno para comunicarme. En resumen, Italia me dejó maravillado por tantos edificios antiguos, tantos museos y sobre todo la cantidad de arte que se puede ver.
De aquí seguiría la que esperaba con tantas ansias, la hermosa París, esa ciudad que se ve en todas las fotos y películas. Sin lugar a dudas fue la ciudad que más me impresionó, por sus hermosas calles, sus imponentes edificios, su gastronomía y sus tantísimos lugares tan importantes que tiene para visitar. Ya en París y siguiendo mi pasión por el futbol, logré conseguir un boleto para el partido del PSG, que aunque no soy fan de ellos, uno no se puede negar a ver jugar a uno de los equipos más importantes del mundo. París es una ciudad bastante cara, pero lo vale muchísimo.
Ya solo me quedaban 4 días más y la última parada, Madrid. Otra ciudad que me dejó bastante sorprendido y que al igual que en las demás ciudades, me impresionó sus calles, sus avenidas, sus monumentos y lo que más me gustó, su gente. No había conocido alguna ciudad con gente tan amable y alegre, algo que me sorprendió mucho, ya que uno piensa que los europeos son fríos y serios.
Ahora sí, que como se dice en México, sin querer queriendo, el FC Barcelona jugaba en Madrid contra el Atlético y no me podía perder la oportunidad de volver al club de mis amores. Sin duda, un viaje lleno de aventuras y sobre todo de futbol.
A lo largo de las 3 semanas conocí muchísima gente que hasta hoy en día sigo hablando con ellas, me encantó conocer acerca de las demás nacionalidades así como sus costumbres y hábitos.
En conclusión, fue un viaje lleno de experiencias y recuerdos que se me quedarán grabados por el resto de mi vida. Mi consejo sería: no tengan miedo de viajar ya que nada te traerá mayor felicidad. Atrévete a salir de tu zona de confort y sobre todo decídete a vivir.
0.5
5