¡Hola viajeros! Pues les platico que acabo de cumplir 25 años y esta vez me tocó pasar mi día de una manera muy diferente. Normalmente busco pasar mis vueltas al Sol pegada al sol y al mar, pegada a lo que más me da vida. Este año decidí irme al bosque, al clima frío y húmedo, al silencio y la calma de una cabaña en Valle de Bravo.
El día de mi cumpleaños fui, desde temprano, a visitar la Stupa de la Paz para agradecer por esta vida tan rica que me tocó vivir. (Una Stupa es un templo que expresa un profundo conocimiento y tiene un fuerte efecto pacificador y protector sobre su entorno y se construye en lugares donde florece la filosofía Budista.)
Para llegar a ella tienes que hacer un camino algo largo de terracería, pero vale muchísimo la pena. En el lugar se disfruta un silencio increíble, una sensación de paz que pocas veces he sentido en algún lugar.
La Stupa de Valle de Bravo está localizada en el camino a los Álamos. Es la de mayor tamaño en todo el continente americano. Simboliza el proceso espiritual que nos lleva a la iluminación, y cada parte de ella tiene un profundo significado. Sus formas geométricas y su color blanco trabajan como generadores de energía, elevando los niveles de armonía, paz y bienestar. Es el lugar indicado para la meditación y el contacto con uno mismo.
Y estoy feliz de haber pasado mi día aquí, sentada, escuchándome. En un viaje muy diferente, un viaje interno.
Viajero, te invito a conocer lugares, religiones, culturas y personas distintas. Porque lo único verdadero en esta vida es… que es muy corta para no hacerlo.
Les deseo de todo corazón una mente abierta a los diferentes viajes que nos da la vida.