15 días duró mi travesía por tierras jordanas. Yo, como la mayoría de las personas relacionaba a este país únicamente con Petra, que después de ser nombrada una de las nuevas siete maravillas del mundo cobró aún más fama internacional y atrajo millones de turistas. Sin embargo este país es mucho más que Petra, además, los conflictos de los países vecinos han sembrado el miedo de aquellos que ven al Medio Oriente como una gran masa y no como un conjunto de naciones cuya situación varía considerablemente de una frontera a otra.
Estas fueron mis impresiones.
-Amman es la capital del país y es de un color hueso como ella sola. No hay ninguna casa que no tenga este color. En parte por practicidad, en parte porque son las reglas.
-Las glorietas principales tienen luz interior en las banquetas. Nunca había visto esto. Es decir, la orilla de la banqueta que suele ser de cemento pintado, acá es de plástico de color iluminado por dentro.
-Los Jordanos son muy amables y hospitalarios.
-Tienen un legado impresionante que data de miles de años atrás. Así como encuentras ruinas de la época greco-romana puedes encontrar cuevas de los Nabateos y castillos que servían como hotel para las caravanas.
-Se toma mucho té, pero la bebida tradicional es el café. Los beduinos lo sirven en ocasiones especiales.
-Como en la mayoría de los países árabes, el alcohol no es fácil de encontrar. Aunque en hoteles seguro se encuentra, eso sí, a unos precios que hace que la cerveza se te suba desde antes de tomarla.
-La comida fue una sorpresa. No soy fan de la comida árabe, pues el cordero y algunos productos lácteos no son lo mío, pero comí delicioso. Increíbles y frescas ensaladas, distintos tipos de pan, mucha berenjena y me hice un cuasi experto catador de hummus. Además los platos son increíblemente variados y en quince días no me cansé de la comida.
-Hay mucha basura, mucha. Perú y Jordania son los países donde tristemente más basura he visto sobre todo en las carreteras. Por momentos era exagerada la cantidad. Vi mucha gente tirando las envolturas o envases vacíos por la calle. Hasta me salió el tío regañón y le llamé la atención a un niño que tiró su bolsa de papitas justo enfrente del bote de basura.
-El sol no perdona. Jordania es desierto, así que el sol es como una estufa gigante que se posa en tu cabeza, y muchos de los sitios a visitar son a la intemperie, así que vayan preparados con mucho bloqueador solar y algún sombrero o gorra.
-Petra es ESPECTACULAR, no importa lo que te diga, lo que te cuente, no hay forma de describirla.
-Jordania es un país relativamente barato, incluso el lujo es más económico que en otras partes del mundo. Puedes conseguir una noche es el espectacular Kempinski del Mar Muerto por solo 180 usd.
-Es un país musulmán y es una cultura complicada de entender para quienes crecimos en países primordialmente católicos. Sin embargo, Jordania es bastante relajado y en teoría las mujeres pueden vestir como deseen y hay gente que practica otras religiones.
-A pesar de ser un país más “liberal”, sí se pueden notar las marcadas diferencias entre hombres y mujeres. Aunque si nos ponemos en contexto, por momentos no hay mucha diferencia a nuestros países.
-Para los creyentes cristianos. Jordania ofrece muchos sitios relacionados al antiguo testamento y la vida de Jesús, incluyendo el sitio de su bautizo.
-Mi hotel favorito del viaje fue el Feynan Lodge, un ejemplar hotel ecoturístico con un servicio impecable, comida vegetariana y un espectacular telescopio desde donde se puede ver ¡hasta Saturno!
-El Mar Rojo no es rojo y el Mar Muerto ni es mar, ni está tan muerto.
-No importa a qué hora, día u ocasión, cualquier persona puede llegar a un campamento beduino y te recibirán con enorme gusto. Es la ley beduina.
-La comida más barata son los falafel y los shawarma. Deliciosos ambos.
-Los atardeceres son increíbles.
-Las noche estrelladas en el desierto son inolvidables.
-Tuve la oportunidad de vivir la Copa Mundial FIFA femenil sub17. Qué mejor ocasión para romper los clichés sobre los países árabes que viendo adolescentes jugar de manera tan entregada, y a su país apoyándolos con tambores y un ambiente de fiesta. Inolvidable.
-La sensación de flotar en el mar muerto está en mi top 10 de actos hedonistas.
-Jordania es un país increíblemente fotogénico.
-En ningún momento me sentí inseguro. Aún cuando los países vecinos regalan noticias terribles al mundo.
-Siempre que coma hummus recordaré a Jordania.
4.5
5
0.5
3.5
4
1
1.5
2.5