Por: Miguel Orozco
Cuando tenía aproximadamente 10 años alguien me mostró una foto y me mencionó que se había tomado desde dentro de la Estatua de la Libertad y que algún día yo podría estar allí.
Se me hizo tan increíble que desde ese día soñé con que llegaría a lograrlo.
Por fin a mis 38 años pude visitar el tan icónico monumento y subir hasta su corona y ver el skyline de Nueva York, me sentí realizado y bendecido por haberlo logrado.