Autor: Eduardo Alvarez Solis
Cuando estudiaba la universidad tuve la oportunidad de aprender algo del idioma, de la historia y la cultura de Francia. Tiempo después leí Rayuela, de Julio Cortázar, quien te envuelve en la atmosfera de París llevado de la mano de sus personajes. Para ese entonces me parecía muy lejano realizar el viaje y seguí alimentando mi imaginación, en la creencia de que era un sueño guajiro.
Una noche de noviembre del 2013 tuve un sueño, de esos que llaman vívidos, caminaba por las calles de París con una emoción que apenas puedo describir. Pude incluso sentir el aire y los olores de la ciudad. Dos días después decidí que era el momento de hacerlo y dejando atrás otros planes, para los que había estado ahorrando, comencé la aventura, hasta hoy, más emocionante que he vivido. En mi búsqueda de información encontré los videos de tu viaje a París desencadenando muchas emociones, tantas que realicé casi el mismo itinerario.
El primer día de mi estancia caminé por Montmartre, el barrio donde muchos artistas se han inspirado para sus más grandes obras. Fue una increíble sensación de éxito el saber que estaba viviendo, paso a paso ese sueño de años.
Durante los nueve días de mi estancia, fui testigo de las incontables bellezas de París, sus museos, la comida, la gente de todo el mundo con quien pude convivir y hasta romancear. Sin embargo, uno de mis lugares favoritos es el cementerio Pére Lachaise, no solo por las tumbas de famosos, que dicho sea de paso es una odisea encontrar, sino por la belleza de otras tantas, sus callejuelas empedradas, el ánimo de los turistas y sus expresiones de maravilla.
Ya estando por allá, también fui a Londres y Amsterdam, la primera me sorprendió por su hermosura y la amabilidad de su gente. Cada Libra gastada fue poco en comparación con la experiencia de vivir por unos días en una de las ciudades más increíbles del mundo. En Amsterdam, además de sus canales, lo mejor fueron las caminatas el paseo en bici que me dio mi nuevo amigo Alberto, de Ecuador, que vive allí desde hace muchos años.
La experiencia de viajar solo, ha sido fantástica. Tuve la oportunidad de estar más cerca de mí y de reconocer dos cosas: que tengo la capacidad de valerme por mi mismo en otras partes del mundo, fuera de mi zona de confort; y la segunda, que nuestras inseguridades son sólo producto de nuestra propia imaginación.
Mi emoción es tan grande que ahora solo pienso en viajar y viajar. El próximo Marzo de 2015, me iré a Barcelona, Roma, Praga y Berlín y planeo para el 2016, ir a Canadá.
Tienes toda la razón cuando dices que ni una foto y ningún video les hacen justicia, todo es una maravilla. Aprendí de ti, también, que es más importante acumular experiencias, ya que los bienes, llegarán algún día, que importa.
Gracias por las enseñanzas y por inspirarme para cambiar mi forma de ver la vida y el mundo,
Un abrazo.