Debido al exceso de basura que hay en el Campo Base del Everest, en la parte de China, autoridades de este país han decidido cerrar de manera indefinida el paso a los viajeros.
De acuerdo con cifras oficiales, en el 2018 más de 140 mil personas visitaron el campo base y sus cercanías, y se recogieron 355 toneladas de basura; además, en las zonas de difícil acceso y en las más altas, de 5,200 metros, se recogieron 8.2 toneladas más.
Los viajeros únicamente podrán llegar hasta el monasterio de Rogphu, a unos 5 mil metros de altitud. Y en las cercanías del templo, se instalará un nuevo campamento para que los visitantes puedan quedarse.
Los alpinistas que consigan un permiso para subir a la montaña, podrán acceder al campo, sin embargo, este año las autoridades chinas otorgarán 300 licencias para subir al Everest por su lado norte.
Además, se espera que en este año se apliquen nuevas medidas para proteger la reserva natural. Entre las propuestas destacan el pago de una tasa que compense las operaciones de limpieza y obligar a los alpinistas a recoger ocho kilos de basura que se encuentren en su camino.
Entre las labores de limpieza que se realizarán en el campo base, durante el cierre, destaca levantar los cuerpos de los alpinistas muertos en las zonas más altas de la montaña.
Por el momento el campo base del lado de Nepal está abierto a los viajeros, y para llegar a él es necesario hacer una caminata de más de una semana. Las autoridades nepalíes lanzarán su propia operación de limpieza el 25 de abril, en donde esperan recolectar 11 toneladas de basura.