Sábado mediodía. Chicas guapas con vestido, tacones y actitud relajada checan que todo este OK con su reservación mientras la música ya suena por todo el lugar más fuerte que en un restaurante pero no tan alto como en un antro. Poco a poco las mesas se van llenado de gente que igual viene a curarse la cruda del viernes o simplemente disfruta de un “lazy saturday”. Las copas transparentes y doradas rellenas de ese caprichoso coctel llamado “mimosa” vuelan de un lado a otro como si fueran mariposas monarcas en su santuario. Alrededor de las 2 de la tarde el lugar está lleno.
Brunch es una palabra compuesta entre breakfast y lunch, porque al final eso es, una comida que sucede lo bastante tarde como para desayunar y muy temprano como para comer (según horarios americanos). Poco a poco los restaurantes de la Ciudad de México comienzan a ofrecer el servicio de brunch los fines de semana, pero pocos ofrecen un ambiente que valga tanto la pena como el Bar Collins en la colonia Roma de la ciudad de México.
Tras su reapertura y muy acertado cambio de chef el bar Collins ofrece un sábado al mes las delicias de un brunch acompañado de la mejor música y ambiente. El menú-buffet es reducido pero suficiente. Se ofrecen seis platillos (todos deliciosos) acompañados de las ya mencionadas mimosas. Los chilaquiles con camarón, las tostadas de atún y las sincronizadas de arrachera son el cielo para cuerpos maltratados y deshidratados por la vida nocturna. La música merece mención aparte, le da el toque especial al lugar y vas a querer “shazamear” cada rola.
El precio por persona es de 350 pesos y el consumo es ilimitado.
Bar Collins se ubica en Alvaro Obregon 24 en la Colonia Roma Norte.
Se recomienda llamar para checar fechas de brunch y hacer reservas. El lugar abre todos los días excepto los lunes.