La colonia Roma con su efervescente crecimiento es por muchos llamada equivocadamente “La nueva Condesa”. Cada semana se abren restaurantes y bares nuevos y la oferta de galerías y tiendas de diseño crece mes a mes. El corredor cultural Roma-Condesa celebrado cada 4 meses es todo un éxito y atrae a todo tipo de público.
Desde hace unos meses el restaurante Belmondo no se da abasto con la lista de espera para entrar a su pequeño local acogedor y con mucha personalidad. Los que asistimos frecuentemente lo hacemos principalmente por su menú, una selección de sandwiches gourmet que son un viaje en sí mismos.
Sentado con mi jarra de agua y una copa de vino, espero mi ensalada Belmondo y mientras decido que Sandwich comer he revisado la carta en varias ocasiones prometiéndome probar cada vez un sandwich distinto. El de pechuga de pavo es una decisión segura, mientras que el recomendadísimo BBQ no me encantó tanto como a mis amigos. Finalmente voy por mi favorito “London Broil” un pedazo de paraíso en forma de sandwich de arrachera con mantequilla y crema acompañado de ensalada de papa. Qué más puedo pedir?!!!!!.
Dejado espacio para el postre, Belmondo prepara uno de mis favoritos, el glorioso pastel de zanahoria. Llega a mi mesa de manera triunfal y temeroso de entrar en la boca de un experto, que digo experto, PERITO en pastel de zanahoria. Lo acerco a mi paladar y como si de un campeonato se tratara, el juez cierra los ojos como sólo las cosas muy placenteras suelen obligar. No sólo pasa la prueba, la gana! Se coloca entre mi top 5 de pasteles de zanahoria y eso déjenme decirles, ya es mucho decir.
Belmondo es de mis restaurantes favoritos de la colonia Roma, es un acierto en muchos aspectos y ha tenido tanto éxito que ya se planea la expansión. Radio Head visitó el local en más de una ocasión encantado con su comida y así lo hacen decenas de personas todos los días.
A diferencia de otros lugares de “la Roma” Belmondo no es un sitio de moda, es un lugar que llegó para quedarse y que no olvida el principal objetivo de un restaurante, seducir el paladar. Cero pretensiones y servicio relajado le dan un plus de comodidad y ambiente.