Inspirado en nuestras H. Elecciones, decidí reanudar mis actividades proselitistas y empecé a hacer campaña para que San Alan me invitara a uno de sus viajes por el mundo, esperando solamente diversión y uno que otro apoyo por parte de los ¡viajeros! (cada que Alan dice “viajeros” en sus videos, me los imagino a todos ustedes con ¡!)
Un buen día mientras me cortaba las uñas recibí un mensaje de Alan. La conversación fue mas o menos así:
Alan: ¡Fridman! ¿Que haces la siguiente semana?
Yo: Clase de repujado y box, ¿por?
Alan: Nos vamos de viaje.
Yo: Ya, Alan, no seas ojete, no juegues con mis sentimientos.
Alan: Necesito foto de tu pasaporte…
Yo:
Alan: …y saber si tienes alergias…
Yo:
Alan: …y saber si eres aventurero…
Yo:
Alan:
Yo:
Alan: ¿Bueno?
Yo: Pérame tantito, estoy levantando mis tripas del piso.
¡Y así fue como inició la aventura al mágico mundo de Puerto Morelos!
Recordando una de mis stories en Instagram (@davefridman) (dense) que hice durante el viaje, dije: que te invite Alan a uno de sus viajes es como si te invitara Gordon Ramsey a una de sus cenas. Y pues sí, muchos quieren y pocos pueden.
Desde el momento en que uno llega con Alan, pos ya estas con el viajero extraordinaire que todos queremos y uno es tratado como Robbie Williams. Pero bueno, no voy a hablar de la maravilla que es San Alan porque si están leyendo esto, quiere decir que lo conocen y ven sus videos y ya lo saben. Mejor voy a hablar de lo que pasó en el viaje.
1. Sargazo
En mi infinita ignorancia, logré vivir 3? años sin saber de la existencia del sargazo. Lo primero que dijo Alan cuando llegamos a la playa es “hay mucho sargazo” y yo le dije “Ah, órale, vamos a inventar palabras en la vacación. Chido, yo juego. Fiojardela.” Después Alan procedió a instruirme sobre dicho mal-de-mar y fue tal nuestra intriga que le preguntamos a Siri que pedo con eso. Le preguntamos a Siri, a los meseros, a los biólogos marinos, a los nativos, a los transeúntes, a los taxistas y a la mucama. Nadie nos supo decir #bienabien #acienciacierta #conabsolutacerteza cual es el origen y/o el propósito y/o el nivel de maldad paracon el medio ambiente del sargazo. Es un misterio el cual Alan (y yo también pero a mucho menor grado) intentamos resolver pero lo siento, somos viajeros, no detectives marinos. De cualquier forma, nunca dejen que el thargatho arruine sus planes de diversión playera, sean adultos. Nomas que siempre usen chanclas.
2. Mosquitos
Seré breve: los odio y deseo que mueran todos. Usen repelente, de preferencia biodegradable, pero si no, usen lo que puedan. No podemos dejarnos de ese pinche bicho maldito, le deseo guano duro contra ellos, pa qué existen, ni sirven de nada nomas pa chingarnos #meaguitoconelmosquito
3. Río Secreto
Este es el Infinity War del viaje. Es lo que todos esperábamos. Cuando Alan me dijo que íbamos a ir a los cenotes yo me reí en mis adentros porque Alan dijo senotes. Ya luego maduré y me puse serio porque los cenotes son cosa seria. Son mas viejos que todas nuestras edades sumadas. Uno se tiene que bañar antes porque la grasa corporal los contamina (la grasa de la cara, no la de las lonjas). Bueno, llegamos y primero nos dieron un paseo por los cenotes secos, la “Ruta Seca” que le llaman. Este lugar parece como la parte donde haces fila en el juego de Avatar en Disney, es tan prefecto todo que parece que es hecho por el hombre pero NOOOOO, es hecho por el tiempo y las hadas. No se puede tocar nada porque es como un museo, pero en lugar de que sean cuadros y esculturas, son piedras ancestrales y si las tocas, se desintegran como los Gremlins.
Después de dar el rol seco, nos llevaron a los lockers a que nos encueráramos y nos dieron wetsuits para ir a la “Ruta Mojada”, que a diferencia de la Ruta Seca, esta es mojada. Para llegar a esta Ruta Mojada nos montamos en bicicletas y pedaleamos por el bosque o jungla (es incierto) hasta que llegamos a otro bungalito donde nos dieron un plátano y unos guantes.
“Para que les dieron guantes, Dave?”
Muy acertada pregunta, ¡viajeros! Los guantes fueron porque verán, para llegar a la Ruta Mojada hay dos maneras, por las escaleras y por rapel. Si van y escogen bajar por las escaleras, mas les vale que sea porque tienen el brazo roto y ceguera cerebral porque bajar en rapel a estas cosas es de las actividades mas fregonas que he hecho. Fui el primero porque #DAVENGER y cuando llegas al final, caes al agua del cenote. Muy impresionante todo.
Cuando ya todo el grupo había bajado – se me olvidó contarles del grupo, una fantástica mezcla de seres humanos, pero it’s a bit late for that – nos dieron nuestras lamparitas casquiles y emprendimos el paseo por la gruta (se que no se llama gruta pero llevo todo el post queriendo decir gruta).
Esta parte fue la mejor de todas. No les quiero – o mas bien, no puedo – explicarles bien, porque ni que fuera escritor. Entonces como una imagen dice mas que mil palabras, aquí les dejo unas fotitos de yo, San Alan y nuestro entourage cenotil con el que compartimos las aguas.
Ah, también vimos arañas que tienen antenas.
Arañas. Con. Antenas.
No eran robots.
Reales.
Yo las vi.
Let that sink in.
El paseo terminó con una comida deliciosa y unos drinks de digestivo de mezcal que me cayeron perfecto para que se me bajara el susto de las arañas con antenas.
En conclusión: este viaje con Alan de AlanPorElMundo fue una cosa increíble. Jamás me cansaré de agradecerle a mi amigo San Alan por haberme invitado.
Lo que les voy a decir a continuación va a hacer que a) Alan se enoje y b) Alan se sonroje, pero me vale porque este es mi espacio y después de sobrevivir la araña con antena, voy a decir todo lo que me dé la gana porque la vida es corta: está bien chingón ver como la gente, los ¡viajeros!, los seguidores de mi gran amigo lo quieren y lo admiran. Alan es tal y como lo ven en los videos (a veces esta mas despeinado y a veces es mas sarcástico), pero me dio mucho orgullo verlo interactuar con sus fans, ver el cariño que le tiene la gente y ver que cuando digo San Alan, no es solamente bullying amistoso de mi parte, es 100% real. I’m very proud of you, buddy!!!
Bueno, ya.
¡Bon Voyage!