Autora: Vianey Gutiérrez
Nueva York tiene un encanto muy peculiar, es popular y lleno de atracciones que no se cansan de salir en portadas de revistas y postales, pero tiene a lo que yo llamare “sus secretos mejor guardados”. Y bueno, no son secretos pero es que cuando llegas a Nueva York todo te resulta familiar por estas postales que no nos cansamos de ver en el cine, revistas, etc. Lo interesante está cuando nos adentramos y encontramos un Nueva York más discreto, o más ruidoso, de lo que siempre nos presentan. Además de las propias expectativas que uno pueda tener.
Yo me encontré con una ciudad que sencillamente encaja conmigo, y no por el estilo de vida ruidosa y que nunca duerme. Si no por el otro Nueva York clásico, romántico e intelectual. Una ciudad interesada por las artes, así como por las compras. Interesada en la fiesta y la vida llena de luz artificial como Times Square, pero también por el espacio libre como Central Park. Y así podría seguir mi lista.
Todo lo disfruté, pero la compañía y las caminatas fueron sin duda la clave para enamorarme de Nueva York. Había leído en varios artículos sobre la mejor manera de conocerlo y sin duda era caminando. Las cuadras son largas, en sí en NY todo es más extravagante y sus calles no podrían ser la excepción. Pero nos aventuramos mi esposo y yo, caminamos y caminamos por las calles más famosas y otras no tanto. Esto sin duda nos dio la oportunidad de entrar a lugares que no estaban en nuestro itinerario pero nos dieron una gran sorpresa: la Biblioteca Pública, Radio City Music Hall, MET, etc.
Desde que empezamos a planear el viaje yo sabía que quería conocer el Nueva York del día a día, pero era imposible no recorrer los lugares icónicos. Así que hice un balance. En cuanto a museos nos propusimos conocer sólo dos, pero vaya sorpresa los conocimos todos (MoMa sólo las instalaciones) yo no quería pasar medio día encerrada en un museo, aunque me gustan los museos, sentía que NY tiene mucho que ofrecer y los días eran contados. Pero sorpresa, ¡que espectaculares museos tiene NY! Lo digo ahora convencida de que bien vale la pena visitarlos, y porque no, encerrarse.
Pero bueno, tantas experiencias, tanta energía y romance que esta entrada podría ser la más larga del mundo mundial bloguero, así que prefiero envolverme en aquellos lugares que fueron sorpresas agradables para mí. Porque siendo sincera los lugares icónicos son tal cual de espectaculares como los imaginas. A dream come true.
Pero aquellos lugares, icónicos, pero que tal vez no están en tu top para visitar fueron sin duda la sorpresa de la que hablaba. Estos lugares son la biblioteca pública de Nueva York y Radio Music Hall.
Biblioteca pública de Nueva York.
¡Wow! Desde el momento en que entras a la biblioteca, activa y antigua al mismo tiempo, te sientes muy neoyorquina. Y lo digo porque la vida ahí no está planeado para turistas, claro que los hay, pero no es el lugar turístico que está preparado para recibir turistas y más turistas todo el día. Te encuentras muchas veces incomodando a las personas que están leyendo y trabajando. Pero es que como no incomodar si es un lugar tan atractivo y silencioso. El edificio fue construido en 1895. Te sientes clásica y cultural, te sientes de Nueva York. Pero sobre todo, te sientes agradecida de poder estar de pie en una de las bibliotecas más grandes del mundo. Por supuesto no pudimos recorrerla toda.
Radio City Music Hall.
Este lugar nos ofrecía un recorrido por las instalaciones del entretenimiento, creado en 1932. Este lugar ha sido casa para espectáculos, premiaciones y conciertos. Desde Judy Garland hasta Enrique Iglesias. Conocimos desde el backstage hasta los baños. Y sí, vale la pena, hasta los baños (¡no es broma!). Lo más increíble de este lugar es como lo han conservado, y es que inmediatamente que entras te dan ganas de ponerte un vestido de noche y fumarte un cigarrillo. Aunque no fumes, pero es que te sientes tan de los 30s. Te enseñan que el escenario es el mismo que está en función desde 1932, sus funciones y los primeros asientos del Radio City. Si te gustan las épocas, definitivamente es el tour que recomiendo.
Greenwich Village.
Soy una gran aficionada, seguidora, fan y todo lo que sigue de la serie de Friends. Bueno pues, me dispuse a buscar el edificio que aparece como referencia del departamento de Monica y Rachel (No tienen que ser muy fan, con que hayan visto uno que otro capítulo podrán recordar) para llegar al edificio que se encuentra en Greenwich Village, justo entre Bedford St. y Grove St. tuvimos que recorrer dicho barrio. De las sorpresas más lindas que me pude llevar, porque siendo honesta pensaba que sería mucho caminar solo para encontrar un edificio, pero entre que buscamos la calle y nos perdíamos, nos adentrábamos más y la sorpresa era un barrio totalmente residencial, con un contraste en lo retro y nuevo, lleno de música y café. Y pues si dimos con el edificio, pero nuestra sorpresa fue recorrer un barrio tan lindo y mostrando una cara diferente de Nueva York, lejos del caos y el ruido.
Ojala algún día vuelva a escribir de Nueva York. Pero mientras me despido de esta entrada contándoles lo que más me gusto: Central Park. Es un sueño. Desearía tenerlo cerca para todas las mañanas salir a caminar, hacer picnics y ser bien feliz. Aún recuerdo la canción del saxofonista, las burbujas y la gente. Tanta energía.
Saludos viajeros!.