Por: José Antonio Torres
El pasado viernes 28 de abril se celebró el centenario del mítico estadio de Wembley, conocido como la Catedral del fútbol, como así lo llamara el Rey Pelé, aunque si bien, fue derrumbado en el 2002, para renovarlo y construir el nuevo estadio, este se erigió en el mismo lugar donde se construyó el anterior, manteniendo el mismo nombre, y principalmente, su historia y su misma esencia, y aprovechando esta ocasión, me gustaría compartir el recuerdo del viaje que tuve la oportunidad de hacer en mayo del 2010 a este majestuoso estadio para apoyar a la selección mexicana de fútbol en su partido amistoso que jugaron ante Inglaterra en Londres.
En esa ocasión fui de vacaciones a Madrid, aprovechando que un amigo vivía allá, y se iba a jugar la final de la Champions League en Madrid en mayo de ese año, mismo en el cual se jugaba también la Copa del Mundo del 2010 en Sudáfrica, por tal motivo, la selección de fútbol de México realizó una serie de partidos amistosos en varios países europeos, incluyendo el juego ante Inglaterra en el mismísimo Estadio de Wembley, el cual serviría de despedida para el equipo de los tres leones ante su afición, de cara a su viaje a la justa mundialista a celebrarse en ese verano en el continente africano.
El partido se anunció dos meses antes, por lo cual nos dio tiempo a mi amigo y a mi de organizar el viaje, aprovechando la cercanía de Madrid con Londres y a los viajes low cost que hay en Europa por avión, la final de la Champions League sería en sábado, y el partido del Tri en Wembley sería al lunes siguiente, por lo cual nos daba la oportunidad de hacer una escapada rápida de dos días a la capital inglesa, y aprovechar la oportunidad de ver jugar a México en el Campo Sagrado de Wembley, lo cual para los aficionados al fútbol era algo que no se suele dar de manera tan común, y tenía que aprovecharlo.
Recuerdo que en esas fechas se dio la erupción de un volcán en Islandia, y por las cenizas y polvo que emergieron de dicha erupción se corría el riesgo de que se cancelara el vuelo por seguridad, pero afortunadamente se pudo tomar el vuelo en tiempo, volamos ese mismo lunes de Madrid a Londres, y el vuelo iba con muchos mexicanos que residían en Madrid, principalmente, y algunos en otras ciudades españolas, todos con el mismo destino, Wembley, y la misma ilusión, ver jugar a nuestra selección en uno de los estadios históricos de fútbol en el Mundo; el partido se celebraba por la tarde-noche, por lo cual nos dio la oportunidad de hacer una visita a algunos de los principales lugares turísticos de Londres.
Del aeropuerto fue tomar un metro a la estación Victoria y de ahí caminar hacia el Palacio de Buckingham, llegamos justo para ver una celebración que se estaba llevando acabo en los alrededores, porque The Mall y la glorieta donde esta la estatua de la Reina Victoria estaban adornadas con banderas del Reino Unido, y cuando llegamos al Palacio estaba finalizando un desfile de los guardias con los típicos sombreros negros y trajes rojos, para luego caminar por St James Park, donde ya se empezaba a vivir el ambiente del partido, con varios ingleses portando la playera de su selección.
Era un día despejado, por lo cual varias personas lo aprovecharon para asolearse en el parque, es chistoso como suelen aprovechar las asomadas del sol por aquellos lares, de ahí nos dirigimos rumbo a Whitehall para llegar al Big Ben y al puente de Westminster. Posteriormente fuimos a visitar la Torre de Londres, desde donde pudimos ver The Tower Bridge, y entrar a conocer uno de los castillos más famosos e importantes de Inglaterra; ese lugar esta muy padre, la sala de armaduras, la exposición de las joyas de la corona, los viejos cañones, su historia y poder conocer como era en esos tiempos Londres. Ahí nos topamos con más aficionados mexicanos, por lo que el ambiente para el partido se empezaba a sentir más.
El estadio de Wembley está al noroeste de Londres, a una distancia considerable en metro desde la parte céntrica de la ciudad, pero antes teníamos que pasar por otro amigo que vivía al Este de la ciudad, ya que nos iba a dar hospedaje esa noche, así que la visita turística-cultural concluyó en la Torre de Londres. Ahora seguía el motivo principal del viaje, dirigirnos a Wembley con la verde bien puesta, para apoyar al Tricolor.
Desde la llegada a la estación del metro Wembley Park ya se sentía ese típico ambiente de día de partido que se suele vivir en Inglaterra. Para llegar a Wembley se camina por la avenida peatonal de Olympic Way, en un trayecto de alrededor de 15 minutos, donde se va viendo el estadio con su imponente arco elevado que está por encima del techo, alrededor gente vendiendo las típicas bufandas del partido, un souvenir característico del fútbol inglés; en ese tiempo, en los alrededores de la Olympic Way había muchas obras en construcción, que hoy en día se pueden ver finalizadas en zonas comerciales y departamentos.
El estadio es impresionante, el segundo más grande de Europa, con capacidad para 90 mil aficionados, que brinda comodidad a cada uno de ellos en cualquier zona en la que se ubiquen, a la afición mexicana la ubicaron en la zona lateral inferior, pegada a la orilla de una de las cabeceras, por lo cual teníamos una vista y cercanía a la cancha magnifica.
Como color para el partido, la federación inglesa realizó un mosaico permanente durante todo el partido de la bandera de Inglaterra, que se formaban en todo el estadio; para ello en los asientos dejaron playeras de color blancas y rojas, para que se pudiera formar este mosaico, y para sorpresa nuestra, incluyeron a los mexicanos, regalándonos playeras de color verde con el nombre de México en la espalda, dejándolas en las butacas de la tribuna donde íbamos a estar situados, para que pudiera formarse dentro de su gran mosaico, un pequeño mosaico formando la bandera de México, eso fue un gran detalle de parte de la federación inglesa.
El partido fue bueno, aunque el resultado para el tri no tanto ja, dado que perdieron 3-1, pero tuvimos la oportunidad de ver el primer gol que México anotó en Wembley en su historia, lo hizo el Guille Franco, además de poder ver a figuras de la selección inglesa como Gerrard, Lampard, Rooney, así como a las figuras de nuestra selección que destacaban en el futbol europeo en ese momento como Rafa Márquez, y que destacarían después, como el Chicharito.
Este viaje fue una gran experiencia, haber tenido la oportunidad de ver a mi selección jugar en Wembley, como aficionado al fútbol, ha sido algo maravilloso, cantar el himno en esa cancha, apoyar al tri, y convivir con los aficionados ingleses, fue algo muy padre, fue una gran fiesta. Y eso es algo que da hacer este tipo de viajes deportivos, se vive un gran ambiente en todo momento y se puede tener la oportunidad de convivir con gente de otros lados y otras culturas; el deporte une a las personas, permite visitar lugares y conocer culturas nuevas, así que si tienen la oportunidad de viajar a un evento deportivo, como puede ser ir a un mundial o juegos olímpicos, por ejemplo, no lo duden, ¡aprovéchenla que no se arrepentirán!