Quiero confesarles algo viajeros. Desde hace algunos meses Alan x el mundo ha rebasado las expectativas que yo mismo tenía de este proyecto, a cada lugar que voy hay alguien que me reconoce y me comenta cómo mis videos les han ayudado, inspirado o guiado a través de algunos de sus viajes.
Al principio de mi carrera como actor lo único que me interesaba era el reconocimiento y el aplauso de la gente. Gracias a los viajes me he dado cuenta que estaba completamente equivocado respecto a mi misión en el mundo y que la vida me había puesto en este lugar para dar algo a los demás no para rellenar mis vacíos.
Desde que nació Alan x el mundo he comprendido que tanto en este blog como en mi carrera lo único que me interesa es inspirar y regalarle a los demás un momento de alegría, emoción, felicidad o reflexión a través de mi trabajo. No quiero las palmas ni los premios, quiero significar. Quiero dar en lugar de recibir, aunque curiosamente entre más doy más recibo.
No saben como me llena de gusto saber que lo que hago con este blog les es de utilidad. Me encanta que la gente se me acerque para contarme de su viaje, para darme consejos o para pedirme otros. Todos los días recibo mails de personas de todas las edades y partes del mundo agradeciéndome, pero en realidad el que tiene que dar las gracias soy yo.
Gracias por ver mis vídeos, por elegir mis contenidos y por compartirlos. Estoy convencido que los viajeros de corazón podemos cambiar al mundo y que a través de los viajes podemos erradicar algunas de las peores “enfermedades” de nuestra era: la intolerancia, el odio, el racismo, los prejuicios y el egoísmo. Sólo conociendo que hay allá afuera podemos entender lo que pasa adentro.
Gracias porque con cada comment, like, RT, fav y todos esos cariños virtuales me hacen sentir que todo vale la pena. Al final, ¿de qué sirve una pasión si no se comparte?
Viajen, compartan, vivan, inspiren y gracias por ser parte de este sueño que ya es de muchos!
Alan
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