Colaboraciones

Viñedos de la Santísima Trinidad, la escapada perfecta

Por: Marthita Carrillo 

Después de muchos días en confinamiento la idea de salir de casa sonaba deliciosa, así que hice mis maletas, me preparé y así comenzó un road trip inolvidable hacia los Viñedos La Santísima Trinidad, en San Miguel de Allende.

Con muy poco tráfico desde la caseta de Tepozotlán hasta los Viñedos, dos horas y ya estábamos en la entrada; habiendo pasado por unos campos verdes de maíz espectaculares, la belleza de los viñedos de “La Santísima Trinidad, cuatro en total, se hizo presente este 2020, con las vistas más hermosas al ir avanzando en el camino empedrado hacia el hotel donde nos hospedaríamos en Viñedos San Francisco.

El camino bordeado de vides, lavandas, olivos se complementa con bellas edificaciones estilo Toscano, ya que para llegar a Viñedos San Francisco hay que pasar por Viñedos San Lucas, propiedades hermanas pero de diferente arquitectura, una romana y la otra moderna. Desembarcamos en la bahía del hotel y ahí nos recibieron con una limonada de lavanda, ya que el calor en esta temporada está presente, haciendo el día perfecto.

Con todas las medidas de seguridad nos condujeron a nuestras habitaciones, Town houses de dos pisos de líneas finas y elegantes, en el primer piso una cama King Size con vitrales de piso a techo con vista a los viñedos y con una terraza con chimenea y un baño equipado con una tina que invitaba a meterse desde ya. En el segundo piso, un studio couch con televisión y una terraza increíble con jacuzzi y una vista excepcional tanto de los viñedos como del paisaje guanajuatense sin igual.

Sin duda alguna, este hotel, con campo de polo, alberca, gimnasio, bicicletas para paseos deliciosos y un hípico hacen las delicias para aquellos que quieren darse un respiro, ya que los espacios abiertos son el nuevo lujo a nivel mundial.

Nos instalamos, nos pusimos guapos y nos dirigimos al restaurante principal, amplio, con dos salones y una terraza exterior que invita a hacer sobremesas de horas y horas. Para iniciar la exquisita comida una copa de vino blanco frío de la casa, el vino de La Santísima Trinidad está dando de qué hablar, pues el despunte de esta industria es resultado de un sin número de esfuerzos para posicionarlo a nivel nacional. Como primer tiempo una ensalada verde del huerto con queso de cabra y aderezo de eneldo, el segundo plato, salmón a las finas hierbas acompañado de un vino tinto crianza y como tercer platillo un short rib, que se partía con el tenedor, acompañado de la más reciente creación del portafolio, un Malbec exquisito.

“La Santísima Trinidad“ y sus desarrollos: Viñedo San Lucas, Viñedo San Francisco y Viñedo La Santísima Trinidad, es un gran ejemplo en el sector privado de los desarrollos vitivinícolas de la región del Bajío, esta compañía centrada en desarrollos que giran alrededor del vino y los caballos, cuenta con concepto inmobiliario y residencial así como turístico, ya que cuenta con tres hoteles, cinco restaurantes, tres vinícolas, dos campos de polo y cientos de metros con hermosas vides, olivos y lavanda.